ANÁLISIS del Rayo Vallecano 0-1 CD Tenerife
Pocos cambios en el once
Luis Miguel Ramis sacó prácticamente el mismo once titular que la semana anterior, a excepción de dos cambios obligados, la entrada de Pomares por el sancionado Álex Muñoz, y la de Sipcic por Bruno Wilson. Volvió a optar por Nono en derecha y Vada en la izquierda, con la esperanza de que el argentino rindiera de la misma manera que lo venía haciendo en los anteriores partidos en esa posición.
En el Rayo Vallecano, Iraola a pesar de las bajas importantes como Isi, Valentín o Pozo, siguió fiel a su 4-2-3-1, aunque con mucha más movilidad en zona de ataque entre posiciones, ya que Antoñín tendía a caer mucho a la banda para que esa posición de delantero la ocupara Andrés Martín, que partía desde la derecha.
Gran puesta en escena
El Tenerife tuvo claro a lo que quería jugar en todo momento, que no era lo mismo a lo que había jugado en los últimos partidos. Estábamos acostumbrados a un bloque defensivo prácticamente en la frontal del área de Dani Hernández y siendo muy pasivos en la recuperación del balón. Sin embargo, en esos aspectos el conjunto de Ramis dio un paso adelante, presionando la salida de balón del conjunto rival en una especie de 4-4-2 en rombo, siendo consciente de los problemas que había tenido el Rayo Vallecano en los últimos partidos, en donde encajó 4 goles en los últimos dos partidos tras pérdidas en salida de balón.
El conjunto de Iraola apenas pudo salir de esa presión, obligando a los centrales a lanzar balón en largo hacia los extremos, pero esos duelos casi siempre los ganaban los laterales blanquiazules. Ya en ataque posicional el Rayo no puedo circular con velocidad en campo contrario, debido a la gran acumulación de jugadores del Tenerife por carriles interiores, ya que el conjunto de Ramis obligó al conjunto rayista a jugar en muy pocos metros, adelantando la línea defensiva, provocando así que el conjunto de Iraola tuviera que ser muy preciso en sus envíos, cosa que no fue así.
Clave el balón parado
El partido se estaba jugando a lo que quería el Tenerife, ritmo lento y sin apenas oportunidades de peligro del Rayo Vallecano, mientras que al conjunto de Ramis le faltaba el último pase para poder crear las ocasiones claras de gol. Pero fue a balón parado donde Fran Sol, en uno de los primeros balones que tocaba dentro del área, hiciera el primero en el marcador. Y no es noticia, ya que es el 4º gol que ha anotado el equipo de esta manera desde que está el nuevo técnico blanquiazul, es más, de los últimos 9 goles anotados por el conjunto blanquiazul, 7 han sido mediante centros.
Tras ese gol, el Rayo Vallecano siguió chocándose frente a un gran bloque defensivo que no daba opción a segundas jugadas, y a pesar de toda la pólvora que puso en ataque Iraola, no pudieron crear ninguna ocasión de peligro. La solidez, tras el gol de Fran Sol, fue gracias a los cambios que introdujo Ramis, quien pasó a un 4-3-3 en donde el medio estaba formado por Aitor, Folch y Javi Alonso, este último en fase ofensiva se descolgaba para ocupar la posición de mediapunta; la entrada del canterano le dio aire fresco al centro del campo para poder seguir ganando los duelos en el centro del campo (Javi ganó el 60% de los duelos en los que participó).
Un muro defensivo
A pesar de que Nikola Sipcic no estuviera acertado en ciertos despejes, el partido del Tenerife en defensa fue sobresaliente. Entre ambos centrales despejaron un total de 12 balones: mientras que el serbio realizó 5 intercepciones, Carlos Ruiz llegó a participar en 11 duelos. Tampoco hay que olvidarse de los laterales, ya que ninguno de los dos fue regateado en ni una sola vez, y eso que se enfrentaban al 4º equipo con más regates satisfactorios de la categoría; y a pesar de no proyectarse demasiado en ataque, Shaq Moore realizó un pase clave, en una acción en la que Bermejo estrelló el balón en el larguero.
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