Rommel Fernández, 28 años del trágico final de un mito del tinerfeñismo
El Chorrillo es un barrio de Santa Cruz. Es el barrio donde juega el Club Deportivo Valeriana, llamándose así también el propio campo de fútbol de los verdiblancos. Pero si le preguntas a cualquier aficionado del Club Deportivo Tenerife por El Chorrillo, sobre todo a los que ya peinan canas, se alejarán muchísimos kilómetros de la isla.
Lo harán hasta un barrio que debe su nombre a una vertiente de agua que nacía en las faldas del Cerro Ancón. Poblado originalmente de extranjeros que llegaron al país atraídos por la construcción del Canal de Panamá. Un barrio humilde, con muchos problemas económicos y sociales.
Pero allí, en el barrio de El Chorrillo en la ciudad de Panamá, nació un ‘9’. Un futbolista que da nombre al estadio nacional de Panamá. El antiguo Estadio Revolución. Un estadio que alberga los partidos de la selección de fútbol de Panamá, así como la final de la Liga Panameña de Fútbol. En el que se han celebrado unos Juegos Deportivos Centroamericanos.
Y ese futbolista que da nombre a ese estadio no es otro que Rommel Fernández. El Panzer. Un delantero que se hartó de marcar goles en El Chorrillo y se embarcó en la aventura europea. Concretamente en España. Concretamente en la islas Canarias. Concretamente en una isla y una ciudad que tenía un barrio llamado como el suyo.
Rommel llegó a Tenerife en 1986 para jugar el Mundialito de la Emigración. Su enorme potencia y su portentoso remate de cabeza hicieron que el Club Deportivo Tenerife lo fichara sin dudarlo. Ahí comenzaba su historia como blanquiazul, plagada de éxitos y de reconocimientos por la afición. El resto de su historia es muy recordada. Nos dejó muy pronto, prontísimo, con solo 27 años, cumpliéndose hoy (6 de mayo) 28 años de ese fatídico accidente.
Pero ‘su islita’ lo sigue, y siempre lo seguirá, recordando.
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