Análisis del CD Mirandés 2-1 CD Tenerife
Los onces
El Club Deportivo Tenerife salió a Anduva con el objetivo de encadenar por primera vez esta temporada tres victorias consecutivas y lo hizo con un once bastante reconocible, aunque con una llamativa variación respecto al equipo inicial que jugó la semana pasada frente al Ibiza. Esta fue la entrada de Rubén Díez en lugar de Álex Bermejo, en un principio daba la sensación de que iba a ser Mollejo el acompañante de Mario en la delantera y Elady se desplazaba a banda izquierda, siendo Rubén el que ocupara su posición natural, la banda derecha. Pero finalmente desde el minuto uno se pudo observar como Ramis no quiso hacer experimentos y mantuvo todos los jugadores en la misma posición de las últimas semanas, por lo que Rubén Díez ocupó el interior zurdo como venía haciendo Álex Bermejo. Por lo demás no hubo ninguna novedad y el técnico blanquiazul siguió apostando por los mismos hombres.
En relación al conjunto local, Joseba Etxeberría realizó alguna modificación respecto al primer once que presentó desde que es técnico del CD Mirandés, la semana pasada frente a la UD Almería. El entrenador vasco mantuvo el 4-2-3-1, siendo Hassan la principal novedad del equipo titular, quien entró en lugar de Brugué, lo que provocó que fuera Riquelme el encargado de ocupar la mediapunta junto a Camello, y que Iñigo Vicente, quien había ocupado la posición de enganche la semana pasada, pasara a jugar en la banda izquierda. También hubo una modificación en el eje de la zaga, en donde el acompañante de Jorge Saénz fue Capellini en lugar de Arroyo.
Un bloque excesivamente bajo
El CD Mirandés salió con las ideas muy claras desde el primer minuto, siendo un equipo muy intenso tras pérdida, impidiéndole al Tenerife que pudiera transitar con velocidad una vez recuperara la pelota. Por otra parte dio la sensación de que el conjunto blanquiazul no esperaba este planteamiento inicial y se les vio agobiados en muchas fases del encuentro, llegando siempre tarde y desajustado, además de dejar mucho espacio entre líneas que aprovechó Riquelme a la perfección.
Esta altura del bloque que planteó desde el inicio Ramis se vio acentuado debido al empuje del Mirandés, lo que provocaba que tuvieran que defender demasiado cerca de la portería defendida por Juan Soriano, algo que en muchos partidos no era problema, pero que en este sí que lo fue, dado que el conjunto local contaba con extremos desequilibrantes en ambas bandas como Hassan e Iñigo Vicente, los cuales hundían en exceso la línea defensiva blanquiazul y se generaban bastantes huecos en la segunda línea. En muchas ocasiones los laterales del Tenerife estaban en situaciones 1 vs 1 dado que el compromiso defensivo de los jugadores de banda (Rubén Díez y Mollejo) no fue el necesario, dejándoles así en clara desventaja. Además se pudo observar como buscaban superioridad en banda siempre que el jugador de banda bajaba a ayudar a su lateral, apareciendo en acción Riquelme, quien tendía a caer al sector donde estaba el balón para generar un 3 vs 2, situación en donde sufrió mucho el conjunto blanquiazul.
Tras los dos goles del CD Mirandés, el conjunto local dejó de ir a defender hacia adelante y cedió la iniciativa al Tenerife, quien a diferencia de otros partidos se sintió más cómodo con balón que sin él, aunque bien es cierto que apenas generó desde lo posicional y sí cuando pudo recuperar más arriba, siendo claves en eso tanto Mario como Mollejo a la hora de salir para atacar los espacios. Aún así el equipo blanquiazul no fue capaz de encontrar en Rubén Díez un jugador capaz de sumar por dentro (algo que sí había hecho Bermejo cuando había jugado), lo que provocó que tanto Alexandre como Aitor estuvieran demasiado solos a la hora de elaborar.
Reestructuración de la banda izquierda
Tras el paso por vestuarios Luis Miguel Ramis varió por completo la banda izquierda del Tenerife, dando a entrada desde el banquillo tanto a Sam Shashoua como a Pomares en lugar de Rubén Díez y Álex Muñoz respectivamente, lo que hizo variar el esquema al 4-2-3-1, desplazando a Elady a la banda izquierda y siendo el británico el encargado de ocupar la media punta. Dicha variación no tuvo el efecto que buscaba dado que el conjunto blanquiazul no fue capaz de generar peligro desde lo posicional. Se pudo observar en Sam Shashoua la falta de minutos y de que aun no se encuentra al 100% y al fin y al cabo eso se notó en la elaboración del juego blanquiazul.
La entrada de Pomares mejoró las prestaciones defensivas del Tenerife, desactivando por completo a Hassan pero bien es cierto que en fase ofensiva no estuvo acertado y el conjunto blanquiazul no encontró en esa banda izquierda ese carril que sí había encontrado en otros partidos.
Sin capacidad de reacción
Con el paso de los minutos y ante la poca presencia ofensiva del Tenerife, Luis Miguel Ramis optó por dar entrada a Enric Gallego, juntándolo así con Mario González con el fin de realizar un juego más directo y menos elaborativo que el que estaban empleando. Pero ni aún así el conjunto blanquiazul fue capaz de nutrir a los delanteros de buenos balones para que finalizaran, dado que no hubo esa conexión entre centro del campo y línea más adelantada que sí había habido en otros encuentros. Todo esto se complicó aun más tras la expulsión de Aitor Sanz, que provocó que Sam Shashoua abandonara su posición de media punta para participar más en la elaboración junto a Michel, perdiendo así uno de sus factores más determinantes.
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