ANÁLISIS del CD Tenerife 0-0 R. Sporting
Los onces
Luis Miguel Ramis salió con su 4-2-3-1 habitual en donde la principal novedad fue la posición de Alexandre Corredera, quien ocupó el interior diestro dejando así a Nono en el banquillo. Con esto el técnico blanquiazul buscaba una mejor circulación de balón en campo contrario, dado que Sergio González fue el acompañante de Michel Herrero en el doble pivote, no teniendo éste la capacidad pasadora de Aitor Sanz. En la línea defensiva volvió a optar por la misma línea de cuatro que frente al Fuenlabrada.
En cuanto al Sporting, David Gallego salió con el mismo once que el que se enfrentó al Burgos en la jornada inaugural. Mantuvo su 4-2-3-1 aunque hubieron ciertas variaciones tácticas respecto al último partido, una de ellas fue la vuelta a la salida con tres, incrustándose Gragera como tercer central para dar una salida más limpia y poder romper líneas con mayor facilidad.
Sin capacidad para robar y salir
Desde el primer minuto cada equipo quiso imponer su estilo de juego, lo que hizo que fuera un partido dinámico y donde ambos buscaban que pasaran cosas sobre el terreno de juego. Con jugadores en el once como Corredera, Bermejo, Sam, Michel… el principal objetivo era el tener el balón y hacer daño a partir de la movilidad e intercambio de posiciones, pero esto no fue así dado que ni el Tenerife circuló el balón a la velocidad necesaria ni supieron encontrar espacios libres entre la defensa y el medio centro para que pudieran explotar los tres media puntas. Esto provocó que en ciertos momentos se abusara del balón directo hacia Elady, que nada pudo hacer ante los centrales rojiblancos. También vimos como los laterales no cogieron mucha altura, lo que hacía que tanto Bermejo como Corredera tuvieran que ser los encargados de aportar profundidad en ciertos momentos, a pesar de no ser especialistas en ello.
Otro problema que tuvo el Tenerife durante los primeros 45 minutos fue la poca capacidad que tuvo para robar en zonas adelantadas para salir rápido en transición; esto también fue provocado por el Sporting, que supo ocupar perfectamente los espacios para recuperar los balones lo antes posible, lo que imposibilitó que el conjunto blanquiazul estuviera cómodo. Las rápidas triangulaciones del Sporting en zonas de tres cuartos hacían sufrir mucho al Tenerife, quienes no basculaban con la velocidad necesaria y siempre llegaban tarde a tapar los centros de los laterales, que siempre estaban solos gracias a los grandes aclarados de Gaspar Campos y Aitor García.
La altura de Mellot y la libertad de Alexandre
Tras el descanso se vio a un Tenerife mucho más protagonista con balón, con Corredera tomando la batuta del partido, abandonando la banda para empezar a aparecer por todo el frente de ataque e intercambiando posiciones constantemente con Bermejo, que apareció mucho por derecha, o con Sam Shashoua, quien comenzó a recibir en zonas mucho más adelantadas que acercaban más al equipo a la portería rival. El principal responsable de que Alexandre pudiera estar mucho más suelto fue Jérémy Mellot, que a diferencia de la primera parte tomó una mayor altura, lo que provocó que Corredera pudiera centrar más su posición, dado que el francés era el encargado de aparecer en esa banda, tanto por dentro como por fuera. También Pomares cogió mayor altura, aportando también mayor libertad a Álex Bermejo, quien se movió por todo el frente de ataque, siendo indetectable para la defensa rival.
Michel Herrero fue uno de los principales culpables de la mejora del Tenerife en esa segunda parte, ya que transmitió mucha seguridad y supo generar ventajas a sus compañeros a través de sus pases, muchos rompiendo líneas. Su rigor defensivo también fue sobresaliente, siempre correctamente colocado y tapando sus carencias lo máximo posible.
Otro movimiento clave en la pizarra fue el de Sergio González, quien para darle mayor protagonismo en la base a Corredera retrasó su posición en algunos momentos para formar una línea de tres; con esto se generaba un espacio libre en el medio que ocupaba Alexandre para dar fluidez a la jugada además de que cubría la subida de los laterales ante una posible contra.
Intento de verticalidad y la entrada de un 9
En el ecuador de la segunda parte Ramis intentó dar al equipo esa verticalidad necesaria ante equipos que plantean bloques bajos, colocando así a Elady Zorrilla en banda izquierda con la intención de que hiciera movimientos de fuera-dentro, cosa que no pudo hacer dado que Guille Rosas lo tuvo controlado en todo momento y no pudo explotar esta faceta que sí había podido hacer en otros partidos. A esto se le suma la entrada de Ethyan, quien tuvo como principal objetivo fijar a los centrales para que tanto Sam como Alexandre pudieran vivir más cómodos entre líneas y lo consiguió a pesar de que no participó directamente en el juego tanto como le hubiera gustado. Con la altura que habían cogido los laterales en la segunda parte, era de esperar la entrada de Álex Muñoz y de Shaq Moore, quienes tienden a crear mucho peligro de costumbre por esos carriles exteriores y más aún si están con las pilas cargadas.
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