Análisis del CD Tenerife 0-0 SD Huesca
Los onces
El Club Deportivo Tenerife salió el pasado viernes con un once muy reconocible, con la principal novedad de la suplencia de Mario González y la titularidad de Elady Zorrilla en la doble punta para acompañar a Enric Gallego. Además volvía Alexandre Corredera al doble pivote junto a Aitor Sanz, y también repetía titularidad por segunda semana consecutiva Álex Muñoz. Es por ello que Luis Miguel Ramis mantuvo su confianza en el 4-4-2 de las últimas jornadas, pero con la figura de Elady como pieza clave en el sistema, dado que su posición iba variando (media punta o delantero), dependiendo del momento del partido y de lo que necesitara el equipo en cada momento.
Por parte de la SD Huesca, Xisco Muñoz salió al Rodríguez López con un once titular muy reconocible en el que la principal novedad fue la ausencia de Joaquín Muñoz en banda derecha, optando en este caso por Gerard Valentín por ese costado. Aun así mantuvo el 4-2-3-1 habitual de las últimas jornadas en donde Seoane era el encargado de ocupar la media punta y en donde el doble pivote estaba formado por Mosquera y Timor, para aportarle así solidez a la medular.
El peso ofensivo de los centrales
El plan de partido que plantearon los ambos entrenadores sobre el terreno de juego no solo fue muy similar sino que también su ejecución también tuvo varios puntos en común. En el caso del Club Deportivo Tenerife se le vio mucho más cómodo a la hora de defender en un bloque bajo que llevando la iniciativa con el balón, aunque bien es cierto que desde el comienzo se vieron muy claras cuales eran sus intenciones para atacar el engranaje defensivo del conjunto visitante.
A diferencia de otros partidos en los que el conjunto blanquiazul basa su ataque en diagonales de central a lateral opuesto en busca de llegar de una manera más rápida al área rival, frente a la SD Huesca el Tenerife le dio mucho protagonismo en creación a los centrales, siendo ellos los principales encargados de conducir y dividir hasta encontrar una línea de pase. Esto se provocaba debido a que un medio centro blanquiazul se solía incrustar entre los dos centrales y se generaban situaciones de un 3 vs 1, teniendo así los centrales exteriores un extenso carril para avanzar y crear. Una vez que Sergio o León conseguían llegar a campo contrario y dividir, su primera opción era la de conectar con el lateral más cercano mediante balones al pie para que el fuera el encargado de llegar al área contraria a través de combinaciones con los interiores. Con el paso de los minutos la SD Huesca consiguió taponar dicha vía colocando una doble punta en defensa (Seoane y Escriche), además de darle el principal peso en salida a Aitor Sanz lo que complicaba la elaboración desde esa fase inicial.
Esto provocó que Elady Zorrilla abandonara más esa doble punta para ofrecer una línea de pase por dentro, retrasando en muchas ocasiones su posición para que los centrales o el mismo Aitor fuera capaz de encontrarle y que este pudiera girarse para encarar y decidir ante la defensa rival. Esto tampoco funcionó debido a que el Huesca planteó un bloque muy sólido con un gran sistema de ayudas, que provocaba que el Tenerife no encontrara apenas un hueco libre entre esas dos líneas de cuatro.
La presión adelantada
Si hay algo en lo que el Club Deportivo Tenerife mantiene su esencia del principio de la temporada es la presión, siendo capaces de robar en muchas ocasiones en campo contrario para poder transitar con rapidez una vez sea posible. En el caso del pasado sábado, Luis Miguel Ramis planteó una presión alta en los reinicios de la SD Huesca con el fin de que estos no pudieran salir con facilidad y en caso de que no pudieran robar, obligarles a un desplazamiento en largo, donde los defensas eran claramente favoritos en ese tipo de duelos.
La disposición en salida de balón rival era de un 4-4-2 en rombo en donde Alexandre adelantaba su posición a la de media punta con el objetivo de seguir a Mosquera, mientras que los interiores (Mollejo y Bermejo) estaban un poco más retrasados con el fin de ayudar a Aitor Sanz aunque siempre atentos para saltar a la presión a los laterales si el balón les llegaba y así ahogarles en ese costado y que no tuviera acción de retorno. Este plan le salió a la perfección al equipo de Ramis, dado que la SD Huesca salvo en determinadas ocasiones consiguió salir con claridad desde atrás, lo que provocaba que no solo no tuvieran esa facilidad para crear jugadas sino que Seoane se encontraba más incomunicado dado que el balón apenas llego a la zona de tres cuartos.
La vuelta de la defensa del área
Por fin el Club Deportivo Tenerife volvió a ser un equipo sólido en defensa, no tanto en la línea de medios (aspecto a mejorar) pero sí en la línea defensiva, en donde tanto José León como Sergio González estuvieron imperiales en todo momento, desde la defensa a campo abierto como en la defensa del área propia, en donde se mostraron totalmente expeditivos y apenas concedieron segundas oportunidades al rival, algo que sí se llevaba haciendo en este último mes y medio. Es por ello que la noticia más positiva del partido del pasado viernes es la vuelta de esa solidez defensiva por parte del eje de la zaga, y es que cuando tanto los centrales como Juan Soriano están metidos en el partido, el conjunto blanquiazul pocas veces pierde, sobre todo porque en la mayoría de ocasiones suelen dejar la portería a cero.
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