Análisis del CD Tenerife 1-2 SD Eibar (Copa del Rey)
Los onces
El Club Deportivo Tenerife salió con un once con algunas rotaciones pero manteniendo en él jugadores habituales como Rubén Díez, Sipcic, Sergio González, Alexandre o Mollejo. La principal novedad fue la entrada de Thierno en banda izquierda, jugador eléctrico y con un gran uno contra uno que ayer no pudo explotar como le hubiera gustado. En el eje de la zaga coincidieron Sipcic y Sergio González ocupando el perfil diestro y zurdo respectivamente, con el fin de potenciar las diagonales de este último y aportar una salida más limpia por parte del central serbio.
Por la otra parte, Garitano mantuvo su esquema de tres centrales y también introdujo variaciones el once para dar descanso a los más habituales. Fue Miguel Atienza, habitual pivote, el encargado de retrasar su posición para formar esa línea de cinco para aportar una mayor fluidez a la circulación e intentando explotar lo que tanto daño le hizo al Tenerife en el partido de liga. Las bandas fueron ocupadas por Quique y Yanis, ambos perfiles diferentes, el primero más llegador y finalizador mientras que el otro es más eléctrico y decisivo en banda, eliminando rivales con cierta facilidad.
Rubén Díez en la media punta
A diferencia de otros partidos en los que Ramis, ante la ausencia de Sam Shashoua, había optado por introducir el 4-4-2, esta vez fue diferente, y es que a pesar de no estar el británico en el once, el técnico blanquiazul optó por el 4-2-3-1. El encargado de ocupar esta media punta fue Rubén Díez, habitual interior pero que a lo largo de su carrera ha ocupado esta posición, es más, si por algo destaca el ex del Castellón es por su gran juego en los pasillos interiores y su capacidad para conectar con los que le rodean.
Durante grandes tramos de la primera parte el Tenerife no fue capaz de imponer su idea de juego, por lo que Rubén apenas pudo ser potenciado, a pesar de moverse con sentido a las espaldas de la pareja de medio centros del Eibar. Nuevamente y a pesar de contar con un media punta, el equipo local no encontró fluidez en el juego ofensivo, y la única vía de salida que tuvo el conjunto blanquiazul durante los primeros 45 minutos fue la de Víctor Mollejo, quien supo entender a la perfección cuando y donde a aparecer para recibir de Nikola Sipcic en fase de creación. El canterano del Atlético de Madrid parecía indetectable y siempre conectaban con él entrelíneas, pero su toma de decisiones no fue la acertada, perdiendo muchos balones en los últimos metros del campo.
Además los laterales no aportaron al equipo la suficiente amplitud y profundidad que requería el partido, sobre todo Shaq Moore, quien en la primera parte apenas pudo correr esa banda derecha como le hubiera gustado y tampoco supo aprovechar ese pasillo libre que le dejaba Mollejo cuando iba hacia adentro. Por el otro lado, Pomares lo tuvo más complicado junto a Thierno ya que éste es un extremo que se caracteriza por estar abierto y explotar su desborde, lo que provocaba que en muchos momentos se pisaran y no supieran explotarse el uno al otro.
Las entradas de Sam Shashoua y Jérémy Mellot
Tras el descanso el técnico blanquiazul dio entrada a Sam Shashoua y a Jérémy Mellot, este último ocupando una demarcación nueva para él como es la del lateral izquierdo, para dar así descanso a Carlos Pomares. El británico ocupó la media punta y mandó a Rubén Díez a la banda izquierda, volviendo así al 4-2-3-1 habitual que usa el Tenerife en competición liguera. La entrada de estos dos jugadores aportó una mayor frescura al juego ofensivo del conjunto blanquiazul, y es que Sam Shashoua comenzó a aparecer en esa zona de tres cuartos y provocó que la defensa armera retrocediera metros hasta acumular casi totalidad de los jugadores dentro de área propia.
Con la entrada de estos dos jugadores la disposición para atacar fue diferente, sobre todo en cuanto a los roles de los laterales. Shaq Moore por su parte actuó más como extremo, viviendo prácticamente en todo momento a la misma altura (o más adelantado) que Mollejo a diferencia de la primera parte, cuando tendía a aparecer dependiendo de la jugada, mientras que Mellot tenía la consigna de sorprender desde segunda línea con potentes internadas, que realizó a la perfección a pesar de estar a pierna cambiada y tener esa dificultad para colgar balones al área. Además, Sam ayudó mucho al Tenerife a mover el balón de una manera más rápida y eficaz, costándole mucho al Eibar bascular y encontrando constantemente huecos entre líneas y entre carrilero y central.
Vuelta al 4-4-2
Con el marcador en contra y con pocos minutos para finalizar el encuentro, el técnico blanquiazul buscó nuevas vías para crear peligro a la defensa armera. Y una de ellas fue volver al 4-4-2, no al de las últimas jornadas, sino al de principios de año, en donde Sam tras muchos meses volvió a ocupar ese interior izquierdo y mantuvo a Apeh junto a otro delantero centro (Enric Gallego). Con esto, el técnico blanquiazul lo que buscaba era que el británico recibiera abierto para después conducir hacia dentro de forma explosiva, para crear un espacio a su espalda que aprovecharía posteriormente Mellot con sus internadas mencionadas anteriormente. También ese nuevo pivote formado por Michel y Larrea aportó un mayor criterio a la circulación y apenas se produjeron pérdidas peligrosas que podrían haber causado ocasiones claras en contra, dado que en muchos momentos el Tenerife llegaba a acumular hasta 8 jugadores por delante de la línea del balón.
Nacho Lázaro
Nivel Experto en Scouting y Análisis del juego (AFECFA). Entrenador de fútbol UEFA 'C'. Redactor y analista en Stadium Tenerife. Twitter: @nalaca01
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