Análisis del CD Tenerife 2-1 Girona FC

10 de noviembre de 2021

CD Tenerife, Portada

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Nacho Lázaro

Los onces

El Club Deportivo Tenerife salió prácticamente con su once de gala, juntando por primera vez en lo que va de temporada a Rubén Díez, Sam Shashoua, Elady Zorrilla y Enric Gallego en el equipo titular. En el doble pivote Alexandre volvió a la titularidad para acompañar a Aitor, mientras que el eje de la defensa lo conformaron Nikola Sipcic y Carlos Ruiz, dando descanso así a José León.

En cuanto al Girona, Michel tuvo que reinventarse para poder sacar un equipo competitivo a pesar de las tantas bajas que tenía y finalmente lo consiguió. Salió con un 5-4-1 en defensa, pero que en ataque se convertía en un 3-4-3 en donde los carriles exteriores los ocupaban principalmente los carrileros y eran los extremos quienes ocupaban pasillos interiores. El principal peligro fue generado por banda izquierda con las apariciones de Valery Fernández por ese costado a pierna cambiada, Michel fue consciente de ello y adelantó la posición de éste para que pudiera generar mayores ocasiones en la portería de Juan Soriano, retrasando así la posición de Jairo.

Un bloque muy hundido

Desde el primer minuto la intención del conjunto blanquiazul fue la de ceder el balón al equipo visitante y que a partir de allí fueran ellos los que propusieran, con esto el Tenerife buscaba salir rápidamente en transición una vez recuperaba el balón para poder así aprovechar a máximo esa verticalidad de Elady Zorrilla. Durante los primeros compases el conjunto blanquiazul no fue tan vertical y sí tuvo la paciencia suficiente como para elaborar jugadas más combinativas para poder encontrar al hombre libre y poder crear peligro desde las bandas.

Una vez el equipo de Ramis se adelantó en el marcador este planteamiento se vio acentuado y provocó que el Girona lo tuviera muy fácil para plantarse en el último tercio de campo, debido a que el bloque defensivo blanquiazul estaba muy hundido. La posición de los interiores del Girona desconcertó en muchos momentos a los centrocampistas blanquiazules dado que en muchos momentos buscaban participar a las espaldas de Aitor/Larrea y Alexandre, provocando así que estos estuvieran en una clara inferioridad, también debido a que los interiores les costaba recuperar su posición, obligando a los centrocampistas a hacer esas coberturas, dejando así despoblada las inmediaciones del área.

La presión que propuso el Tenerife desde el inicio apenas incomodó al conjunto visitante, que siempre pudo salir con cierta facilidad de la mano de Aleix García debido a la gran distancia que había entre las distintas líneas blanquiazules. Esta presión desordenada provocó que el doble pivote del Girona pudiera girarse y avanzar metros mediante la conducción, creando serios problemas al conjunto blanquiazul, quienes sufren mucho corriendo hacía atrás.

Alexandre, un escalón por delante

A diferencia de los últimos partidos en donde Corredera había sido el encargado de retrasar su posición para dar una salida limpia, frente al Girona no fue así. Y es que el ex del Badajoz fue el medio centro más adelantado, dejando las labores de iniciar las jugadas tanto a Larrea como a Aitor Sanz, quienes no pudieron romper líneas mediante el pase y abusaron en muchos momentos del pase horizontal. Fue llamativo este nuevo rol de Alexandre sobre todo al no estar José León en el once, ya que ni Nikola Sipcic ni Carlos Ruíz destacan por salida de balón y necesitaban un perfil más atrevido para que el equipo pudiera ganar metros. También es cierto que con esto Ramis lo que buscaba es que Corredera viviera mucho más cerca del área rival para poder crear mayor peligro ante la defensa posicional del Girona, pero tampoco fue así ya que este tuvo que retrasar la posición en muchos momentos para ayudar al conjunto de Ramis a encontrar una línea de pase.

Determinante en las áreas

A pesar de no ser un partido sobresaliente del Tenerife en muchas facetas, sí que lo fue en las áreas, que al fin y al cabo es donde se ganan o pierden partidos. Y es que en área propia tanto Nikola Sipcic como Juan Soriano sostuvieron al conjunto blanquiazul en los peores momentos y Enric Gallego tan solo necesitó tocar un balón dentro del área para anotar el gol que le daba ventaja en el marcador al Tenerife.

En el caso del serbio su partido en el eje de la zaga fue extremadamente bueno, sobre todo en cuanto a anticipaciones, consiguiendo robar en muchos momentos y activar a la segunda línea; también en la defensa del área fue determinante interceptando dos ocasiones claras en área propia. Sus datos fueron sobresalientes: 4 despejes, 2 disparos bloqueados, 3 intercepciones, 0 veces regateado y tan solo cinco pérdidas.

En el otro lado el nombre propio fue Enric Gallego, quien apenas necesitó intervenir en el juego para ser decisivo. La entrada de Víctor Mollejo en la posición de delantero centro hizo explotar a Enric, quien desde una posición más liberada pudo recibir más balones y activar a la segunda línea, también provocado por el rol de Mollejo, el cual era el de fijar centrales. El ex del Osasuna fue decisivo en área rival y da la sensación de que poco a poco va cogiendo la forma.