Análisis del CD Tenerife 4-0 Burgos CF

2 de noviembre de 2021

CD Tenerife, Portada

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Nacho Lázaro

Los onces

El Club Deportivo Tenerife salió con una serie de cambios respecto al último partido, siendo la principal novedad en el once la entrada de Aitor Sanz como acompañante de Alexandre en el doble pivote, también Ramis dio entrada a Mollejo, quien volvía de cumplir sanción, y a Bermejo por las bandas y mantuvo a Elady en punta de ataque. Es por ello que con esto Ramis prefirió el juego interior antes que el juego vertical que sí le podía proporcionar Elady si hubiera ocupado la banda izquierda.

Por parte del conjunto visitante, el técnico rival mantuvo su defensa de cinco hombres aunque planteó una formación diferente a la habitual, dado que tanto Saúl Berjón como Valcarce ocupaban más zonas interiores que en otras ocasiones. Además Julián Calero retrasó a Elgezabal a la posición de defensa central y colocó en el doble pivote a Andy. Por lo demás no hubieron más novedades llamativas en el esquema burgalés.

Un Tenerife superior en todas las facetas

El conjunto blanquiazul salió al terreno de juego con las ideas claras desde el primer minuto, en donde una de las principales consignas era la de atraer por dentro para después descargar por fuera, y en eso tanto Sam como Elady hicieron un trabajo fabuloso, jugando en muchas ocasiones de espaldas con el objetivo de activar a la gente de segunda línea. También fue clave la constante movilidad de todos los jugadores que conformaron el frente de ataque en el día de ayer, los cuales nunca tuvieron una posición fija y tenían total libertad para aparecer en fase de elaboración, lo que provocó que la defensa rival a pesar de tener cinco atrás dejarán muchos espacios a sus espaldas debido a que en muchos momentos estos saltaban en exceso de su posición, cayendo en las trampas de los jugadores blanquiazules.

El equipo de Ramis dominó todas las fases, en el ataque posicional Alexandre fue el encargado de llevar la batuta de las jugadas, aunque el papel más importante lo tuvieron los interiores, quienes formaban un trivote junto a Aitor, generando así superioridad en el centro del campo y provocando que Sam tuviera una mayor libertad para moverse por el frente de ataque. También en transiciones se mostró muy superior al rival, y gran culpa de ello lo tiene Sam, quien cuando tiene la oportunidad de girarse y correr hacía portería contraria hay pocos defensas que puedan pararle, y si además cada vez está más acertado en el último pase, se convierte en un jugador superlativo. Otro aspecto a destacar fue la presión que planteó el conjunto blanquiazul durante todo el partido, impidiendo en todo momento al Burgos que pudiera salir limpio desde atrás, para ello el Tenerife se colocaba en un 4-1-3-2 con una defensa prácticamente hombre a hombre con el objetivo de que estos buscaran balones directos hacia Guillermo y salir vencedores de ellos dado que el delantero rival siempre se encontraba en inferioridad.

Alexandre y Sam Shashoua, de exhibición en exhibición

Corredera volvió a dar una exhibición en el día de ayer desde el doble pivote, aunque eso sí, teniendo un papel organizativo mucho mayor que en otros partidos, siendo él el único encargado de iniciar las jugadas retrocediendo mucho su posición y con Aitor Sanz un escalón por delante de él. En ese bloque bajo que planteó el Burgos, Alexandre vivió muy cómodo y siempre encontró al hombre libre en la zona débil, activando en muchos momentos a los laterales para que estos filtraran los últimos pases. Los datos demuestran el gran partido del centrocampista blanquiazul, quien tuvo un 92% de acierto en el pase, intervino 67 ocasiones, dio un pase clave y realizó 5 entradas.

En cuanto al británico poco que decir, una de las mayores exhibiciones individuales de los últimos años en el Rodríguez López, pero no solo en cuanto a las cifras (1 gol y 2 asistencias) sino por lo que fue capaz de generar durante todo el tiempo que estuvo sobre el terreno de juego. En el día de ayer estuvo mucho más activo por el sector izquierdo respecto a otros partidos, lo que hizo que viviera mucho más cómodo y lejos de la gran acumulación de jugadores que habían, pudiendo recibir y girarse en zonas de tres cuartos con cierta facilidad para poder activar así a sus compañeros. Sus estadísticas en el día de ayer demuestran que fue un partido para el recuerdo: 48 intervenciones, 94% de acierto en el pase, 3 pases claves, 2 grandes ocasiones creadas, 5/5 regates con éxito…

La segunda unidad

El partido de ayer sirvió para aumentar la confianza de muchos jugadores y sumar efectivos de cara a los partidos que vienen, en los que será necesario que todos estén enchufados. A jugadores como Bermejo, Mollejo, Mellot, Enric Gallego o Aitor Sanz les puede haber servido el partido frente al Burgos para ganar moral de cara a los próximos encuentros y poder dar el máximo siempre y cuando lo necesite Ramis. A estos hay que sumarles a los Larrea, Rubén Díez, José León, Elady, quienes se encuentran en una línea ascendente debido a su gran rendimiento en los últimos partidos. Es por ello que el técnico blanquiazul llega a este tramo de la temporada con prácticamente toda la plantilla con capacidad para sumar, ya sea desde el once inicial o desde el banquillo.