Análisis del CD Tenerife 4-0 R. Oviedo
Los onces
Luis Miguel Ramis en el día de ayer a diferencia del partido de la primera vuelta en el Carlos Tartiere salió con un 4-4-2, provocado también por la ausencia a última hora de Sam Shashoua, lo que hizo al técnico blanquiazul modificar su esquema habitual y dar entrada a una doble punta prácticamente inédita en lo que vamos de temporada conformada por Enric Gallego y Elady. Esto hizo que Mollejo ocupara la banda derecha y Bermejo la izquierda, prefiriendo tener así una mayor superioridad en los pasillos interiores. Lo más llamativo en la línea defensiva fue la continuidad de Pomares en el lateral izquierdo a pesar de que Álex Muñoz ya estuviera recuperado.
Por parte del Real Oviedo, el Cuco Ziganda salió con su habitual 4-4-2 pero con algunas variaciones respecto a los últimos partidos. La más importante fue la entrada de Mossa en el lateral izquierdo sustituyendo a Pierre Cornud (positivo en COVID-19), aunque también llamó la atención la ausencia de Borja Sánchez en el once inicial, en donde el técnico carbayón optó por colocar a Viti en su lugar (interior izquierdo) a pesar de que este no estuviera en su posición habitual, la de interior derecho. El doble pivote estuvo formado por Jimmy y Luismi, siendo este último el principal encargado de incrustarse entre centrales para la salida de balón, pero que no fue capaz de aportarle fluidez a los ataques organizados, ni él desde atrás ni Jimmy desde una posición más adelantada. Por último, la dupla atacante estuvo formada por Borja Bastón y Obeng, en donde el máximo goleador del Real Oviedo no tuvo su día y no fue lo transcendente que suele ser, debido al gran trabajo defensivo de la línea defensiva.
La banda izquierda, la llave del ataque blanquiazul
A pesar de haber tenido que variar el esquema prácticamente a última hora, el plan de partido fue el mismo y el Club Deportivo Tenerife lo supo poner en práctica a la perfección desde el minuto 1. Nada más arrancar el encuentro vimos a un conjunto blanquiazul más vertical que los últimos encuentros, en donde se buscaba llegar a la portería rival en menos toques, sin necesidad de elaborar tanto la jugada. Esto generó que muchos jugadores se vieran potenciados y pudieran demostrar su mejor versión sobre el terreno de juego.
El plan inicial de Luis Miguel Ramis fue el de basar su ataque principalmente por el sector izquierdo (38% de los ataques de la primera parte fueron por esa banda), no solo para potenciar la salida de balón tanto de Alexandre como de José León (ambos zurdos) sino para sacar el máximo provecho de los constantes desajustes defensivos en banda derecha que dejaban unos grandes espacios a la espalda que podían ser explotados a la perfección jugando de manera directa. Siendo Álex Bermejo clave en este aspecto ya que la baja altura que tomaba en salida, e incluso su posición más centrada de lo habitual desajustó por completo la banda derecha carbayona, y en donde el máximo beneficiado fue Carlos Pomares, quien tuvo una mayor libertad para aparecer desde segunda línea. Además el problema del Real Oviedo en ese sector diestro no fue solo la presión, sino que también fue el retorno defensivo, donde Sangalli una vez era superado no era capaz de recuperar su posición, por lo que el lateral izquierdo blanquiazul pudo transitar con mucha más facilidad.
La segunda línea en fase defensiva
Sin balón el Club Deportivo Tenerife volvió a dar muestras de una gran solidez defensiva en todas las líneas, pero sobretodo en la segunda línea, la conformada por el doble pivote y por los interiores. El Real Oviedo como era de esperar abusó mucho del juego interior y nadie fue capaz de aportarle esa amplitud y profundidad que quizás requería el encuentro, pero bien es cierto que gran mérito de que el conjunto carbayón no pudiera circular cómodamente el balón por la medular fue gracias al gran trabajo defensivo de esa segunda línea del equipo de Ramis, en donde la comunicación entre Bermejo y Alexandre fue clave para controlar en todo momento las apariciones de Marco Sangalli por esos pasillos interiores, el banda izquierda para tapar esa línea de pase y el mediocentro para ayudar en caso de que el otro fuera superado.
La “vuelta” del Michel-Alexandre
Por fin volvió la pareja de medio centros que posiblemente haya rendido mejor en lo que va de temporada, la cual es la formada por Alexandre Corredera y Michel Herrero. Fue la primera vez en bastante tiempo que ambos coincidían en el terreno de juego en un partido con un resultado favorable, contexto que en teoría menos debe favorecer a ambos ya que lo normal es que con el marcador a favor se tenga menos pelota, y es ahí donde más problemas se le ha visto a esta pareja. Pero bien es cierto que desde la entrada de Michel Herrero al césped, el conjunto blanquiazul volvió a tomar las riendas del encuentro y a pesar de tener unos tramos al inicio en donde ambos querían ser los encargados de incrustarse entre los centrales para dar salida al balón, su rendimiento fue bastante notable. Finalmente fue Alexandre el que ocupó una altura menos y Michel tuvo más libertad para llegar a zonas de peligro, dándole así un mayor criterio a la circulación blanquiazul.
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