Análisis del UD Almería 3-1 CD Tenerife
Los onces
Luis Miguel Ramis no dio continuidad a la alineación de las últimas jornadas, con el objetivo de acumular mayores jugadores por el centro, para impedir que el Almería pudiera combinar y aprovechar los espacios. Es por ello que dio entrada a Aitor Sanz por Sam Shashoua, adelantando así a Alexandre Corredera a la posición de media punta y volviendo al doble pivote de la primera jornada de competición: Aitor Sanz y Michel Herrero. En las demás posiciones no hubo sorpresas, Mellot se mantuvo en el lateral derecho y Víctor Mollejo actuó como interior diestro.
Por la otra parte, Rubi optó por dar continuidad al once que consiguió la victoria en la pasada jornada en Santo Domingo por 0-4. Es cierto que daba la sensación de que ese había sido un once para solo ese partido y que iban a volver a ese trivote formado por Samú-Curro-Robertone. Esto no fue así y volvió a optar por cuatro centrocampistas con un pivote más posicional como De la Hoz y un falso extremo diestro como Portillo, para dejarle todo el carril a Pozo. A banda cambiada volvió a estar Ramazani, pero que tenía total libertad para moverse por todo el frente de ataque.
El plan con y sin Enric Gallego
En un partido donde el Tenerife no iba a ser el protagonista del balón y la principal idea era que el Almería no pudiera transitar con facilidad, la entrada de Aitor Sanz era más que entendible, para evitar esos espacios a las espaldas del doble pivote que sí se habían visto en las últimas jornadas con la pareja Michel-Alexandre, y había sido el principal problema defensivo del conjunto blanquiazul. En cambio, la suplencia de Sam Shashoua hizo cambiar el funcionamiento del equipo respecto a los últimos partidos, sobre todo porque el técnico blanquiazul priorizó protegerse adelantando la posición de Alexandre Corredera, jugador que desde la media punta aportaría mucho más sin balón (aunque no es una de sus fortalezas) que Sam Shashoua, además de aportar mayor solidez a un centro del campo que tenía el objetivo de no sufrir ante los cuatro centrocampistas que sacó Rubi.
En los primeros minutos con Enric Gallego sobre el campo se pudo observar con claridad cual era el plan del conjunto blanquiazul, y este era muy similar al que vimos en Zorrilla hace apenas unas semanas, es decir, buscar constantemente al delantero referencia para que este activara a la segunda línea y poder realizarles daño mediante rápidas transiciones una vez el equipo recuperara el balón. Todo este planteamiento se diluyó cuando Enric Gallego abandonó el terreno de juego lesionado ante la falta de un sustituto de sus mismas características, y es por ello que Ramis dio entrada a Rubén Díez con la idea de que fuera Elady Zorrilla el encargado de ser el jugador más adelantado para aprovechar su verticalidad, pero se volvieron a ver los mismos problemas que en los primeros partidos de competición, en donde el jugador de La Puerta de Segura apenas fue capaz de aportar soluciones a los compañeros y no fue una vía de oxígeno sino todo lo contrario, excesiva precipitación en las jugadas de ataque. Otro aspecto llamativo de este cambio tiene que ver con las bandas, en donde el técnico blanquiazul priorizó tener tanto a Mollejo como a Rubén Díez a pierna cambiada para así sumar efectivos por dentro en la elaboración a que estos buscarán la profundidad.
La banda izquierda, la principal arma ofensiva
De inicio daba la sensación de que la banda derecha del Almería era la mas floja, sobre todo por el perfil ofensivo de Pozo, quien tiende a dejar mucho espacio a sus espaldas y la posición escorada de Portillo, quien en muchas ocasiones no seguía a su marca. La entrada de Rubén Díez por banda izquierda le abrió las puertas del ataque a Álex Muñoz, quien fue uno de los principales encargados de llevar el peligro al área del conjunto indálico mediante sus potentes conducciones y apariciones en el último tercio. El Club Deportivo Tenerife basó prácticamente la mitad de sus ataques por esa banda y el lateral fue el principal protagonista, siendo el jugador blanquiazul que más intervino (65 toques), además de generar hasta 2 pases claves y de tener un 72% de acierto en el pase.
La salida de Michel Herrero
Aún con el empate a cero en el marcador Luis Miguel Ramis optó por volver al plan de los anteriores partidos introduciendo a un media punta con un mayor recorrido como Shashoua y un delantero más referencia como Apeh. Los sustituidos fueron Michel Herrero y Víctor Mollejo, esto provocó que Elady volviera a la banda izquierda y Rubén Díez fuera el interior diestro, siendo Apeh el jugador más adelantado del equipo; además de retrasar la posición de Corredera para formar el doble pivote junto Aitor Sanz. Estas sustituciones hicieron que el Tenerife tuviera la intención de ser más protagonistas con el balón, pero el paso de los minutos condenó al centro del campo blanquiazul, quienes comenzaron a dar muestras de cansancio y que se vieron transformadas en fallos en la elaboración, uno de ellos provocó la recuperación en campo rival del Almería para que abrieran el marcador desde el punto de penalti. Esto hizo que el conjunto blanquiazul se desprotegiera, provocando excesivo espacios a la espalda (justo lo que Ramis no quiso que sucediera) y donde jugadores como Ramazani o Sadiq no perdonan.
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