Antideportiva al territorial
Sí, lo han vuelto a hacer. Después de un mes con centros de entrenamientos cerrados y la paralización de toda competición no profesional o, coyunturalmente declarada como tal, el Gobierno de Canarias a través de la Consejería de Sanidad ha puesto una nueva zancadilla al deporte tinerfeño. En tiempos de la pandemia más grave de la historia de la humanidad, lo más importante es la salud, es cierto. Pero… ¿y es que el deporte no es salud?
Desde la barrera puede ser que todo se vea más fácil; no obstante, ese es el lugar al que han relegado a muchos de los protagonistas de las competiciones de base y territoriales; y sin posibilidad de réplica, sin ser escuchados. Tras la última publicación en el BOC (Boletín Oficial de Canarias), la bajada de nivel de alerta en Tenerife no ha venido aparejada, en muchos ámbitos, a gozar de lo que se había articulado para el segundo nivel. Vamos, que se ha reformado sobre la marcha y sin dar a conocer los criterios que sustentan la permuta.
Aviso: No hablaré de insularidad y guerrillas absurdas entre canariones y tinerfeños; los derbis se juegan en el rectángulo (siempre y cuando te dejen).
Cuando muchos equipos de niños y adultos soñaban con poder vestirse de corto en semana previa a jornada interinsular, otra más de parón indefinido. Y es que el Gobierno ha prohibido en el ‘nuevo’ nivel 2 algo que sí permitía en el anterior: la actividad deportiva federada de carácter no profesional que se desarrollara en equipos; independientemente de que estos fueran de más de seis personas y no se pudiera mantener la distancia de dos metros entre participantes.
Entrenar por quintetos (más el monitor) y mantener la distancia interpersonal es posible aunque no sea viable; sin embargo, disputar partidos es quimérico.
La medida se entendería si los brotes asociados al ámbito deportivo coparan una buena parte de la totalidad de los que se registran; no obstante, no suponen ni un 0,5% de la serie histórica.
Lagunas y limbos. Competiciones que se disputan entre equipos canarios o de la provincia occidental, como es el caso de las categorías futbolísticas de Tercera, División de Honor juvenil y Primera Nacional femenina, pero dependen de una federación estatal (RFEF), no saben si podrán volver. El Ejecutivo regional sigue sin aclararlo después de lanzar una ‘nebulosa’ al espacio bajo un “prohibida la práctica de ámbito autonómico o insular”. Cabe recordar que en estas categorías pasan test de Covid-19 de forma periódica para detectar posibles contagios.
Mientras, -por suerte- competiciones como la Superliga 2 de voleibol, Reto Iberdrola, Liga Guerreras Iberdrola, División de Honor Plata de balonmano, etc. sobre el papel -o borradorhan sido designadas como profesionales para que siguieran disputándose. Eso sí, la consideración no les salvará de la precariedad que sufren. No se les ha tratado como profesionales nunca, ahora se les ‘da la palmadita en la espalda’ y “suerte, no se contagien” en esos viajes, en muchas ocasiones, inhumanos.
En definitiva, el virus ha venido para quedarse e, incluso, ha tornado en estacional; algo que se quería evitar en el primer semestre de 2020 a toda costa. No hay que jugar con él, pero sí saber regatearlo a base de protocolos y medidas de higiene. Escondernos del rival no parece la mejor estrategia para este partido.
Recommended Posts
23 de diciembre de 2023
Crónica de la 8ª jornada de la Liga CaixaBank de Lucha Canaria (20 y 21 de diciembre)
20 de diciembre de 2023