Crónica del CB Canarias 76-55 VEF Riga: “El Lenovo Tenerife tumba al VEF Riga tras una gran segunda mitad”
CBCanarias 
Redacción Un triunfo desde la paciencia… ¡y la defensa! El Lenovo Tenerife se impuso este miércoles noche al VEF Riga (76-55) para festejar su segunda alegría del curso en la Basketball Champions League (BCL) y situarse al frente del Grupo C, con el mismo balance que Darüssafaka y Cholet (2/1), pero con mejor coeficiente general de puntos.
En un partido de menos a más y con una notable actuación colectiva (hasta cinco jugadores en dobles dígitos de valoración), el grupo de Txus Vidorreta se adaptó a las bajas de Joan Sastre (sobrecarga en la musculatura de cadera) y Fran Guerra (cuadro febril), y a la pertinente variación en las rotaciones para cumplir de paso con la normativa de cupos, para sacar adelante un partido que nació cuesta arriba y fue creciendo del lado aurinegro a partir de los últimos cinco minutos del segundo cuarto.
Los chispazos de Jaime Fernández; el buen hacer de la pareja de interiores Gio-Dusan, incluido un gran trabajo atrás en la defensa del bloqueo directo; y la fortaleza del bloque en tareas defensivas para solo encajar 19 puntos en la segunda mitad explican en parte un triunfo muy trabajado e importante para mantener intactas las opciones de clasificarse para el Top 16.
Arrancó el partido con intercambio de puntos entre los dos ‘cincos’ (Gio y Toro), pero sin la fluidez deseada en un equipo, el anfitrión, que no salió entonado desde el 6,75 y tuvo que ir por debajo en el electrónico (6-12, 11-15). La irrupción de Jaime y Dusan equilibró por momentos la balanza: 20-21, tras triple de Tim Abromaitis. El caso es que los bálticos jugaban con más confianza y aprovecharon varias acciones consecutivas de mérito de Jaziec Lottie (once puntos al descanso) para irse incluso hasta los once puntos de ventaja (25-36). Fue ahí cuando llegó la reacción de los locales, abanderada por un incisivo Jaime Fernández.
La mejora de prestaciones atrás y un parcial de 10-0 permitían al Canarias irse al intermedio solo uno abajo (35-36) para luego, tras la pausa, darle continuidad a su paso al frente. El conjunto insular apretó los dientes en defensa, llevó el encuentro a su trinchera y acabó imponiendo sus señas de identidad.
La paciencia para mover el balón y buscar las mejores situaciones de tiro y la solidez del bloque aurinegro fueron minando a los letones, que se frustraron y no encontraron la manera de frenar el mejor juego canarista. Los triples de Marce, los intangibles de Tim y los fogonazos de calidad de Fernández, especialmente en las penetraciones a canasta, terminaron de sentenciar el partido a favor de los laguneros.
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