Crónica del Lenovo Tenerife 87-74 Urbas Fuenlabrada: “El Canarias impone su juego ante el Fuenlabrada”
ACB 
Redacción El Lenovo Tenerife superó este jueves noche al Urbas Fuenlabrada (87-74), tras sobreponerse a un mal inicio y al esfuerzo enorme que suponía afrontar este partido, el décimo en 26 días, solo 48 horas después de ganar en Turquía y un largo viaje de por medio para volver a casa.
El grupo de Txus Vidorreta fue de menos a más y exprimió sus virtudes para sacar adelante una victoria importante, la decimoctava, y afianzarse de paso en los puestos de privilegio de la clasificación, en una jornada en la que perdieron los cinco primeros.
Arrancó con todo el Urbas Fuenlabrada (0-10), liderado por un Ziga Samar muy vertical y autor de ocho de los diez primeros puntos de su equipo. Eso, y los errores iniciales en el tiro de los aurinegros, provocaron que el choque naciera realmente cuesta arriba para un grupo, el canarista, que apenas había podido llevar a cabo una sesión de trabajo esta mañana.
Costó lo suyo meterse en partido, hasta el punto de que dos triples consecutivos de Emegano y Ristic ampliaban a 14 la renta visitante (8-22). Sin embargo, lejos de desconectarse, el equipo insular fue minimizando daños progresivamente con sus primeros aciertos desde la larga distancia, tras un 0/7 inicial: 16-24, tras sendos triples de Todorovic y Wiltjer.
La irrupción de la tripleta Fitipaldo-Salin-Shermadini terminó de mandar el partido al redil de los locales. El buen hacer del uruguayo en la dirección, la entrada de Sasu en uno de esos trances en el que anota de manera compulsiva desde el 6,75 (4/5 al descanso) y el poder interior de Gio comenzaron a pintar el guión de aurinegro (42-33).
El buen trabajo atrás, el control del rebote (20 rechaces, diez de ellos ofensivos; por doce capturas del rival al intermedio) y un par de acciones de mérito de Joan Sastre por línea de fondo permitieron a los anfitriones irse a la pausa once arriba (48-37), tras un segundo cuarto sublime (30-11).
Tras el paso por vestuarios, lo intentó el Fuenla, pero se topó con un Canarias muy sólido, que incluso amenazaba con seguir aumentando su ventaja (60-44). Los de Raventós echaron el resto para tratar de equilibrar la balanza, pero no encontraron la fórmula para frenar los bloqueos y continuaciones de los tinerfeños.
Ni siquiera cuando redujeron la renta a doce puntos en el último cuarto, después de un parcial de 0-7 (72-60), los visitantes pudieron opositar con más garantías al triunfo. El Canarias aguantó el tirón anotando desde el tiro libre, hasta que dos cortes muy inteligentes de Sergio Rodríguez y otro triple de Salin supusieron el último y definitivo arreón para sellar una nueva alegría liguera.
Un premio justo al enorme esfuerzo de un bloque, que sigue exhibiendo su capacidad competitiva pese a un exigente y maratoniano calendario.
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