Dani Hernández. ‘Un rival despiadado’
El balón no rueda y la cadencia ha caído. Hasta las 15:12 del pasado 19 de septiembre, todo transcurría bajo el guion habitual de una jornada dominical. El Mensajero estrenó su casillero de victorias en Segunda RFEF; el Atlético Paso se llevó el triunfo del Juanito Marrero; y el Tenisca igualaba ante su público. Además, los aficionados al motor vibraron al compás de Carlos David García y Jordi Díaz, que se impusieron a todo un Nicomedes Pérez en el Rallye Isla Bonita. También los participantes en la Vertical ‘El Corcho’ de la Cabra Trail se dejaron todo en Puntallana.
Como si de un gol encajado en el último minuto se tratase, de una bandera roja en pista o de una lesión que te deja a 100 metros de la meta. La Isla se quebró y el corazón de los palmeros, en un puño. Desde las 15:13 de aquel domingo hasta ahora nada ha sido -ni será- igual.
En la acera ancha, trasera, calle Real y avenida Marítima ya no se habla de fútbol. La gente que se arremolina en torno a los televisores de las cafeterías siguen la contienda en la que ha tocado jugar en desventaja y sin árbitro que imparta justicia. A eso se le suma el no saber cuánto dura cada parte y si habrá prórroga… toca esperar con resignación a que suene la bocina después de que el adversario haya agotado las posesiones -de tantos residentes-.
Sin embargo y pese a la hecatombe, los titulares, que lo sufren en carnes propias; y los espectadores, afectados al empatizar con los primeros, no se irán y harán de La Palma lo que siempre ha sido, una isla bonita. Tan sólo falta que la directiva renueve y blinde a su mejor capital, a los que, por desgracia, les ha tocado ser de la partida.
‘El latido de La Palma’, eslogan de Turismo de El Paso, fue demasiado fuerte aquel 19 de septiembre; no obstante, la Isla Bonita recuperará el pulso.