Se cumplen 20 años del ascenso a Primera División del CD Tenerife en la 2000-2001
Hoy se cumplen 20 años de un ascenso que fue una gesta El regreso a la máxima categoría CD Tenerife 2000-2001. Tuvo que lidiar contra los grandes para asaltar la 1ª División. E incluso vencer en los despachos. El Tenerife de Rafa Benítez. Y de Huguito Morales.
La época dorada del Tenerife había terminado. Tras 10 años seguidos en 1ª División; semifinales de Copa del Rey y de la Copa de la UEFA (en una de las dos participaciones), jugadores de talla mundial (Redondo, Pizzi…) y numerosos éxitos; todo acabó con el descenso de 1999.
Tras un primer curso en 2ª A, en el que Javier Pérez quiso seguir tirando de talonario para regresar ipso facto a la máxima categoría, las arcas del club estaban vacías. Además, el decepcionante 14º puesto final de ese curso 1999-00 tenía desilusionada a la afición blanquiazul.
Había que reinventarse. Cambiar de estrategia. Y Javier Pérez, y Santiago Llorente como director deportivo, lo hicieron. 1ª decisión: despedir al mítico técnico Ángel Cappa (fue 2º de Valdano en la época dorada), que había terminado el curso anterior sin los resultados esperados.
|A pocos días del habitual stage veraniego en Barlovento, estaba todo por hacer. No había ni entrenador. Pero Llorente tenía un plan. Y el plan comenzaba por un entrenador joven pero ya con un ascenso a 1ª División en su haber (con el Extremadura). Rafael Benítez. Les suena ¿no?
Para liberar masa salarial, Llorente dio salida a casi todas las ‘vacas sagradas’ que quedaban de la época de 1ª División. Ese verano se marcharon el ‘Mono’ Montoya, André Luiz, Ballesteros, Emerson o Pinilla. Solo quedaron Alexis (lesionado), Pablo Paz, Dani, Mista y Pier.
También continuaron los argentinos que habían dado muy buen rendimiento la temporada anterior (‘Colo’ Lussenhoff, Basavilbaso y Huguito Morales) y que darían veteranía al grupo de JASP (jóvenes aunque sobradamente preparados) que ficharía Santiago Llorente ese verano de 2000.
Sergio Aragoneses, Curro Torres, Martí, Torrado, Antonio Hidalgo y Luis García. También les suenan los nombres ¿verdad? Esa fue la pléyade de jóvenes que trajo Llorente. Futbolistas que dieron un gran rendimiento y que tuvieron luego enormes carreras en 1ª e internacionalmente.
Pero en aquella época ni Rafa Benítez ni esos jugadores tenían aún el nombre que adquirirían después. Por lo que la desencantada afición tinerfeña era escéptica y tenía muchas dudas. Y más aún tras una derrota (injusta y por la mínima, eso sí), en el estreno liguero en Albacete.
Pero esa en Albacete, y otra ante el Betis en el Heliodoro casi dos meses después, fueron las dos únicas derrotas del Tenerife en el primer trimestre del campeonato. Los de Benítez llegaban a Navidad como líderes, por delante de equipos como Betis, Sevilla o ¡Atlético de Madrid!
Y es que la 2000-01 no fue una campaña usual en 2ª División. 3 de los equipos más grandes del fútbol español (los citados Betis, Sevilla y Atlético de Madrid) habían caído de 1ª. El Atlético, campeón de Liga y Copa apenas 4 años antes, solo quería estar ‘un añito en el infierno’.
Pero el Atlético, por el momento, era una bestia dormida. Llegó a ser incluso colista y al final de la 1ª vuelta estaba aún lejos de la zona noble… pero subiendo. Mientras, el CDT seguía a lo suyo y aunque perdió el liderato con el Sevilla, se mantuvo siempre en zona de ascenso.
El 18 de marzo de 2001 sería una fecha clave. El Tenerife visitaba un abarrotado Benito Villamarín para enfrentarse al Betis. Partidazo de los de Benítez, que se impusieron 0-2. Pero… el equipo bético impugnaba el partido por presunto pasaporte falso del brasileño Barata.
El Tenerife apartaba a Barata por precaución, hasta que se aclarara todo, perdiendo así a uno de los máximos goleadores del equipo (junto al inspirado Luis García). Un veterano, Pier, tuvo que hacer aparición, marcando goles clave, como en el derbi ante el Universidad Las Palmas.
La presión sobre el equipo de Benítez era máxima, sintiendo ya, además, el aliento del Atlético en la nuca. Y así llegó el duelo en el Heliodoro ante los colchoneros. Lleno absoluto en el remozado templo blanquiazul, pero que terminó con una dura derrota. Tocaba sufrir. Y mucho.
El Tenerife ya no era capaz de resolver los partidos con la seguridad de antes, pero fue sacando sufridos resultados que lo mantenían en los puestos de privilegio, a pesar del empuje y la presión del Atlético. Además, llegó el argentino Marioni para paliar la baja de Barata.
Y es que el ‘caso Barata’ se dilató en el tiempo y el brasileño ya no jugó más ese curso. Tanto se dilató que a solo 2 días de la última jornada de Liga, no se había llegado a una resolución. 2 ‘gigantes’ como Gil y Lopera apretaban mucho para que el CDT perdiera esos 3 puntos…
A los nervios clasificatorios propios, se unían los nervios por la resolución. Si el CDT perdía el caso, adiós ascenso, porque estaba empatado a puntos con el Atlético… Pero venció en los despachos (Javier Pérez también era ‘grande’) y todo se dirimiría donde debía: en el campo.
17 de junio de 2001. Todo se va a dilucidar en 4 kilómetros, los que separan Leganés de Getafe. En Butarque, Leganés-Tenerife. En el Coliseum Alfonso Pérez, Getafe-Atlético. Además, el Betis tenía que ganar en Jaén (el Sevilla ya había ascendido). Toda una temporada en 90 minutos.
Los dos estadios madrileños están repletos de aficionados colchoneros (Gil incluso compró entradas y se las regaló para que fueran a Butarque). Alfredo Santaelena, jugador del Getafe (ya descendido a 2ª B) y ex atlético, no dudó en afirmar que quería que subiera su ex equipo…
Todo estaba en contra del Tenerife. Pero aquel equipo de Rafa Benítez no se dejaba amedrentar. Iglesias-Curro-Lussenhoff-Paz-Basavilbaso-Martí-Hidalgo-Dani-Luis García-Mista-Marioni. Los 11 guerreros que se enfundaron la blanquiazul (ese día, azul oscuro) en busca del ascenso.
El partido en Butarque fue una batalla. Al descanso se llegó con 0-0… y con el Tenerife fuera del ascenso. Betis y Atlético ganaban sus partidos. Solo un tanto blanquiazul podía dar vuelta a la situación. Los nervios y la tensión ya eran casi insoportables. Quedaba media parte.
Entonces llegó el momento. La foto. Benítez le da instrucciones en la banda a un pequeño argentino. Hugo Morales. Huguito. Era el minuto 64. Solo 8 después, hay una falta lejana. Muy lejana. De ahí no se puede tirar. Pero los genios no piensan igual. Disparo durísimo y… ¡Goool!
Grito atronador de los blanquiazules. Pero todavía quedaba más de un cuarto de hora. Tocaba aguantar. Y sufrir. Mucho. El Leganés apretó arriba. El Tenerife se defendía. En el minuto 87, un disparo de Barbarín casi ahoga a los tinerfeños…pero se estrelló en el larguero. Bufff.
Esto ya está. No queda tiempo. El Tenerife aguantó y… ¡final del partido! Los blanquiazules estaban en Primera División. Por fin, la agonía había terminado. La alegría se desbordó y en todos los rincones de la isla se escuchó aquello de: “¡Gil, Lopera, estamos en Primera!”.
HILO de @RivalesTenerife. Fotos obtenidas de: Club Deportivo Tenerife, ACAN, Marca, Diario de Avisos, En una Baldosa, Atlántico Hoy y El Desmarque.
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