Vada, la adaptación al cambio como mejoría del rendimiento
¿Cuál es realmente su posición?
Valentín Vada llegó el pasado mes de octubre al Club Deportivo Tenerife con el objetivo de ocupar esa posición de media punta que tanto rendimiento le había sacado Fran Fernández en sus anteriores equipos. Pero el técnico en aquel momento del equipo blanquiazul no fue capaz de generar el contexto adecuado para que el argentino fuera ese gran jugador que había despuntado en esa posición de enganche entre medio campo y delantera en el Girondins de Burdeos en temporadas anteriores.
Cuando Vada llegó al Almería dos temporadas atrás, lo hizo con la función de relevar a Juan Carlos Real, quien había brillado la temporada anterior de manos de Fran Fernández en la posición de media punta; fue ahí donde comenzó la temporada con Pedro Emanuel, en un esquema 4-2-3-1, pero tras una serie de malos resultados en que el equipo no conseguía transmitir buenas sensaciones en el campo, llegó Guti, quien optó por retrasar un escalón la posición del argentino, para formar parte en muchas ocasiones de ese doble pivote en el 4-2-3-1 junto a jugadores como Petrovic o De La Hoz, e incluso en sistemas diferentes como el 4-1-4-1, el 4-4-2 o en el 4-3-3 (como interior izquierdo), pero sin ocupar prácticamente más esa posición de media punta.
Y fue a partir de ahí cuando empezó a aumentar su nivel, estando mucho más en contacto con el balón en la creación del juego y creando mucho más peligro “llegando” que “estando”. En su etapa en el conjunto andaluz llegó a promediar más de un pase clave por partido y participaba una media de 44 veces por partido, con un 73% de acierto de pases en campo contrario.
Su situación en el Tenerife
Durante estos meses en la isla, hasta el mes de enero, Valentín Vada había ocupado diferentes posiciones sobre el terreno de juego. Comenzó en su posición natural, en la de media punta en un 4-2-3-1 sin mucha participación en el juego, con apenas 28 intervenciones por partido. Al llegar Luis Miguel Ramis, quien se caracteriza por un estilo de juego más defensivo y ser agresivos tras recuperar balón, colocó al argentino en algunos partidos como acompañante del delantero centro en ese 4-4-2, pero con tendencia a caer hacia la media punta, pero nuevamente en esa posición era muy irregular e incluso perdía bastantes balones. En Copa del Rey, frente al Sestao River, el actual técnico blanquiazul optó por colocarlo en un doble pivote junto a un medio centro más posicional, con un rol muy parecido al que tenía en el Almería, pero finalmente esta situación no convenció al entrenador.
Fue frente al Villarreal en Copa del Rey, ante las bajas en jugadores de banda, cuando Ramis optó por dar la oportunidad a Valentín Vada como interior izquierdo, por primera vez, en ese 4-4-2 tan habitual del técnico blanquiazul. De primeras era algo que chocaba, ya que el argentino no había ocupado antes esa posición, y lo iba a hacer ante uno de los equipos que mejor atacan por banda de toda España, además de que, como comentamos anteriormente, es un jugador que tiende a desconectarse si pasa mucho tiempo sin estar en contacto con el balón. Pero a partir de ese partido se vio que Vada podía haber encontrado su sitio; en un partido en que el Tenerife apenas tuvo un 31% de la posesión, el argentino llegó a intervenir 39 veces con un 90% de acierto en los pases, llegando a crear un pase clave; además su partido defensivamente fue excelente, cayendo en muchas ocasiones al centro para cerrar carriles interiores.
El partido frente al Lugo fue un paréntesis en la evolución que estaba desarrollando, ya que ocupó la posición de interior diestro y no apareció en todo el partido, solo en un par de pérdidas en campo propio, y en un partido con el 60% de posesión, apenas realizó 8 pases en campo contrario hacia adelante. En los últimos dos partidos es cuando se ha visto al mejor Vada desde que está en el Club Deportivo Tenerife, además en contextos diferentes; el primero, frente al Fuenlabrada, en que la situación del partido hizo que el Tenerife tuviera que ser más propositivo con balón, y ahí vimos a un jugador mucho más participativo, que actuaba como un “falso interior izquierdo” ya que partía de esa posición para ser en muchas ocasiones el tercer centrocampista del equipo, incrustándose en el medio, e incluso llegando al área contraria para crear ocasiones claras de gol. Mientras que, en el último partido, frente al Rayo Vallecano en el que el conjunto blanquiazul apenas tuvo la posesión de balón, se vio a un Vada muy comprometido en tareas defensivas, y además con balón estuvo muy participativo, llegando a intervenir en 27 ocasiones en 64 minutos.
Datos como interior izquierdo en el 4-4-2
Los datos en estos tres partidos en esa posición, nueva para él, son muy satisfactorios, tiene una media de intervenciones de 37 por partido, mientras que cuando ocupaba la posición de la media punta, con un equipo mucho más protagonista con el balón, tendía a participar una media de 28 veces. Otro de los datos que demuestran ese gran rendimiento es el gran porcentaje de acierto de pases en los últimos partidos, un 88%. Además, se puede ver que es mucho más decisivo en esta posición, aunque esté un poco más alejado de los delanteros, ya que promedia casi 2 pases claves (antes promediaba alrededor de uno) por partido.
La adaptación como mejoría
Como le pasó en el Almería la temporada pasada, el cambio de la media punta al doble pivote tras la llegada de Guti al equipo en mitad de temporada hizo que su nivel aumentara; en el Tenerife le ha ocurrido lo mismo, pero de la mano de Luis Miguel Ramis, donde ha tenido que abandonar la posición de enganche para ocupar, como se ha dicho, una posición nueva para él, la de la banda izquierda, en donde se nota que el argentino se encuentra mucho más cómodo y eso le hace que sea más decisivo en ataque, lo que están notando cada vez más Fran Sol y Apeh.
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