Carlos Elorrieta. “Tiempo al tiempo”.
Si hay algo famoso en un país como Suiza es lo mucho que se habla de la precisión de los relojes que se fabrican en tierras helvéticas. Llevando ese término al mundo del deporte podemos darnos cuenta de que desde el famoso 10 de la rumana Nadia Comaneci hasta la actualidad, no son tantas las ocasiones en las que hemos podido presenciar ejercicios catalogados con la perfección.
Eso mismo ocurrió con el Lenovo Tenerife, equipo que nos ha mal acostumbrado a encadenar victorias en sus partidos y que la pasada jornada caía en el olímpico de Badalona ante el Joventut. Y es que los de Carles Durán fueron competitivos, creyeron en sus posibilidades y llevaron al parquet su potencial para imponer su ritmo (Bassas y Dimitrievic fueron el Dr. Jeckyll y Mr. Hyde) y sumar una victoria que acerca a los badaloneses a los playoff, mientras los nuestros reconocían en palabras de su técnico Txus Vidorreta la falta de decisiones correctas para que la victoria cambiara de bando.
¿Y qué pasó en los nuestros? Pues que Gio no se sintió cómodo, que Huertas falló determinados tiros, que Salin (que volvía tras el descanso ante Bilbao Basket) fue muy bien defendido y que a pesar de los aciertos de Doornekamp en la recta final entre otras cosas, todo eso no fue suficiente para poder salir victoriosos de Badalona, por lo que los tinerfeños se vinieron a la isla de vacío.
Las derrotas también valen para sacar conclusiones y personalmente prefiero que el equipo las encaje ahora, pues están motivadas por errores que se cometen en encuentros donde quizás no hay tantas cosas en juego. Si a eso le unimos que estamos muy próximos a fechas marcadas con el subrayador aurinegro (final eight de la BCL, playoffs) la resultante termina siendo muy clara y es que esté el Lenovo Tenerife en tiempo y forma para poder corregir errores cometidos en encuentros como el del pasado sábado ante la Penya.
Esta última semana del cuarto mes del año tiene dos encuentros teóricamente asequibles para sumar otros dos triunfos, pero no hay que saltar a la cancha pensando que será pan comido. Porque Acunsa GBC y Montakit Fuenlabrada necesitan triunfos para salir de la comprometida situación en la que se encuentran, lo que hará que estos encuentros sean un buen banco de pruebas para poder corregir los errores cometidos en la última cita liguera y tratar de recalcular la ruta hacia la mejor puesta a punto, de obligada necesidad para afrontar los compromisos vitales en los que el equipo aurinegro se juega mucho. Y es que los errores son corregibles y en el Canarias ya han tomado nota de ello. Créanme cuando les digo que van a incidir en ello y que buscarán las soluciones para todo. Tiempo al tiempo.