Ale Arbelo. ‘No es un partido más’

15 de octubre de 2021

Opinión

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Derbi: Encuentro deportivo de rivalidad local o regional, generalmente futbolístico, también se aplica a determinados encuentros de máxima rivalidad, aunque no sea local o regional.

La palabra ‘derbi’ fue admitida por la RAE en el año 1992 solo con un matiz local. Entonces lo definía como ‘encuentro generalmente futbolístico entre dos equipos de la misma ciudad o de ciudades próximas’. La RAE admite la palabra, aunque no ofrece ninguna definición que haga referencia explícita a una competición futbolística.

Para los canarios es algo más que un partido. Así lo debería de añadir la RAE teniendo en cuenta lo que representa el partido que van a jugar este sábado en Gran Canaria la UD Las Palmas y el CD Tenerife. Además tendremos el aliciente nuevamente, que el público volverá al graderío y posiblemente con la presencia de más de 25.000 espectadores. Ha levantado mucha expectación la cita porque es el partido esperado por muchos y la clasificación de ambos ayuda, no lo vamos a negar.

Los dos máximos representativos del fútbol canario en el ámbito profesional llegan al partido muy bien clasificados. Tanto blanquiazules como amarillos se encuentran en las posiciones deseadas por los restantes dieciseis clubes, cuarto y sexto. Es el mejor momento deportivo de ambas entidades en los últimos años.

Quizás por esta circunstancia se trate del derbi más incierto en la previa en cuanto a resultado. Siempre se ha dicho que la situación en la tabla no importa, que es un partido distinto. Cierto es que vale tres puntos, pero el sentimiento no se paga con puntuación. El que gana sale reforzado y el que lo pierda tendrá que sufrirlo durante un tiempo, a veces hasta que llegue el de la segunda vuelta en este caso en el Heliodoro en el mes de Enero.

El equipo de Ramis esta temporada está completando el mejor arranque de temporada desde que la Liga consideró que las victorias valían tres puntos. Dos victorias consecutivas ante Huesca y Amorebieta ha vuelto a levantar el ánimo de una afición que el fin de semana se desplazará a la isla vecina. Serán en torno a los 1.300 blanquiazules los que apoyen a los suyos con el ánimo de conseguir una victoria. Una victoria que no llega en Gran Canaria desde que se consiguió el último ascenso. Por aquel entonces, un solitario tanto de Alejandro Alfaro, valía para el 0-1 que entró en los libros de la historia de los derbis canarios. Ha llovido, y mucho. Mucho tiempo sin una alegría en la isla hermana.

Estadísticamente no se le da bien al Tenerife ganar en el Insular, ahora Estadio de Gran Canaria. Tan solo cuatro han sido las ocasiones en las que lo ha logrado. Los años 1963, 1984, 2002 y 2008 vieron como los blanquiazules asaltaban el territorio enemigo. Quizás sea de los últimos años la ocasión más propicia para lograrlo, por lo menos en la previa. Luego será otra cosa. Como siempre, el balón dictará sentencia. Esperemos que con la alegría que sea para el bando birria que necesita como el comer seguir creyendo en este equipo que ha vuelto a despertar el sentimiento entre su hinchada.

Porque el equipo cree en un estilo que le ha inculcado su técnico y porque la afición empieza a ‘comprarle’ ese estilo vertical, de ataque rápidos, de transiciones vertiginosas y sólida defensa. De ser un equipo que se le atragante a los rivales. Estilo y afición, ahora sí, parece que van de la mano y así será más fácil conseguir el objetivo. Y ya no hablo solo del derbi, porque después del derbi, aunque cueste creerlo, seguirá habiendo vida y Liga.