ANÁLISIS del CD Tenerife 3-1 AD Alcorcón
Los onces
El Club Deportivo Tenerife volvió al 4-4-2 tras varias jornadas en que había trabajado en un 4-2-3-1; pero en el día de ayer, Ramis volvió a colocar dos puntas (Fran Sol y Apeh); además, hay que destacar la entrada de Alberto en el eje de la zaga por Sipcic, quien fue baja de última hora por una lesión.
Por la otra parte, Anquela repitió, ante la sorpresa de muchos, la alineación del último partido de La Romareda, que era un 5-3-2 con Dani Ojeda acompañando a Marc Gual en punta.
Incómodo ante el plan alfarero
La AD Alcorcón salió con el mismo plan que le dio la victoria frente al Real Zaragoza, siendo muy agresivos en la salida del balón rival, obligando así a que los centrales buscaran desplazamientos en largo a la espalda de los defensas alfareros, pero ni Alberto, que fue el que más lo intentó de la pareja de centrales, ni los delanteros, fueron capaces de aprovechar estas ventajas a las espaldas en campo rival durante los primeros minutos.
Por primera vez desde la llegada de Ramis, el Tenerife jugó a lo que quiso el rival, lo que provocó que el conjunto local cambiara ciertos aspectos de su manera de jugar. Como pudo ser la presión agresiva en campo rival, sobre todo durante la primera parte, a Ramon Folch en el inicio de la salida de balón, siendo él el que sacaba y no Dani Hernández (algo similar a lo que hacía el Alcorcón) para generar superioridad en la primera línea. En defensa posicional, el conjunto blanquiazul fue sólido, sobre todo al impedir los constantes cambios de orientación entre los carrileros alfareros, una de sus grandes virtudes; aunque es cierto que la constante movilidad de Dani Ojeda causó ciertos desajustes defensivos entre los centrales.
Complicaciones ante el 5-3-2
El Tenerife no supo cómo atacar ese 5-3-2 durante la primera parte, ni en transiciones ofensivas, ya que recuperaba el balón muy cerca de su propia portería, lo que impedía que el conjunto local pudiera lanzar contragolpes que hicieran daño a la defensa del Alcorcón.
Mientras que el ataque posicional del equipo de Ramis volvió a ser demasiado horizontal, acumulando muchos jugadores en el carril central, lo que le hacía la tarea más fácil a la defensa alfarera. Ante este tipo de esquema que plantea el Alcorcón lo que debes buscar es amplitud en banda para atraer al carrilero y así poder crear espacios entre centrales o entre carrilero y central; el Tenerife solo supo cómo atacar esa defensa durante los primeros 10 minutos, elevando la altura de los laterales y atacando esos intervalos entre centrales, pero con el paso de los minutos al conjunto local se le fueron acabando las ideas, lo que provocó que el Alcorcón se creciera, y a partir del balón parado y de las segundas jugadas comenzó a crearle serio peligro al Tenerife.
Cambio de rumbo desde el banquillo
Nada más comenzar la segunda parte, Ramis dio entrada a Sam Shashoua en lugar de Apeh, pero sin embargo siguió manteniendo el 4-4-2, aunque en esta ocasión con Fran Sol fijando y otorgándole a Sam total libertad para moverse por la zona de ataque. Este movimiento apenas mejoró al Tenerife, ya que seguía recuperando balones muy cerca de la propia portería, lo que le impedría generar transiciones ofensivas con peligro.
El partido se jugó a lo que quiso el Tenerife a partir del minuto 70, y el principal motivo de ello fueron los cambios, la entrada de Sergio González, Germán Valera y Álex Bermejo dieron vida al conjunto local; el técnico blanquiazul mantuvo el 4-4-2 pero no siguió el mismo planteamiento, ya que colocó a jugadores mucho más agresivos por las bandas y a un centrocampista más vertical, por lo que Javi Alonso retrasó su posición.
Germán, desde el momento que entró al terreno de juego, supo cómo hacer daño a la defensa alfarera, lo que hizo que el Tenerife comenzara a crecer en el ataque posicional. El joven extremo se hundía mucho para recibir y atraer a Bellvis y al MC de su zona, quien acudía a la ayuda para que evitar que le hiciera el 1 vs 1 al carrilero alfarero, por lo que ese espacio generado lo atacaba constantemente Sergio González, llegando en muchas ocasiones a pisar el área rival.
Son dignos de mencionar los minutos de Álex Bermejo, quien supo leer a la perfección también los puntos débiles de la defensa alfarera, tirando desmarques de ruptura desde segunda línea; demostrando así lo que venimos comentando toda la temporada, que es un jugador de llegar, más que de estar.
Sergio González realizó un trabajo extraordinario en la media hora que disputó, pues intervino 12 veces y realizó 11 pases (91% de acierto), es decir, que activó por completo al ataque blanquiazul aportándole velocidad y verticalidad.
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