ANÁLISIS del Girona FC 1-0 CD Tenerife
Los onces
El Club Deportivo Tenerife sacó un once titular muy similar al de su último partido frente al Castellón, manteniendo así a esa línea de tres mediapuntas (Vada, Sam y Valera); la única novedad fue la entrada de Pomares por Shaq Moore, enviando así a Otar a su posición natural, la del lateral derecho.
Por su parte, el Girona mantuvo suya habitual 3-5-2, con la novedad de Franquesa en el carril zurdo, y con la baja importante de Mamadou Sylla en la delantera, lo que hizo que Yoel Bárcenas fuera el acompañante de Stuani arriba.
El bloque
El Tenerife volvió a tener los mismos problemas de los últimos partidos, tanto en el apartado ofensivo, como en el defensivo. El plan de Ramis fue claro desde un principio, o sea, plantear un bloque alto en salida de balón rival con el ya habitual 4-4-2 en rombo, que ya había planteado en algunos partidos. Pero una vez el rival superaba la primera línea, el bloque reculaba y se transformaba en el 4-4-2 habitual, haciendo volver así a Sergio al doble pivote lo más rápido posible para que no aprovecharan el espacio que dejaba cuando adelantaba la posición.
Sin embargo, esa presión inicial apenas inquietó al Girona que, con los tres centrales y el juego de espaldas tanto de Monchu, partiendo de atrás, como de Stuani, siempre encontraban una salida fácil del balón, lo que hacía que el Tenerife tuviera que recorrer muchos metros hacia atrás, aumentando así su cansancio.
Sin ideas en ataque
El Tenerife volvió a demostrar una semana más las dificultades que tiene para generar peligro mediante un ataque posicional. El plan inicial de Luis Miguel Ramis era acumular jugadores por dentro (2+2) para poder crear así superioridad en el centro del campo y, posteriormente, jugar para afuera y que los laterales se jugaran un 1 vs 1 frente a los carrileros.
Pero ese plan no funcionó, porque ni Valentín Vada ni Germán recibieron balones en condiciones para poder generar ventajas y, cuando lo consiguieron, no pudieron generarlas; el único que fue capaz de provocar la sensación de peligro fue Sam Shashoua, pero nuevamente recibiendo en zonas muy lejanas a donde es diferencial, y con muchos metros por recorrer para llegar a la portería rival, sinónimo de más rivales a los que enfrentarte; pero aun así fue el mayor generador de juego ofensivo por parte del conjunto blanquiazul.
Por segundo partido consecutivo fuera del Rodríguez López, el Club Deportivo Tenerife se quedó nuevamente sin disparar entre los tres palos, algo que hasta el partido del Mirandés, aun no se había dado.
Cambio de plan en la segunda parte
Ante la falta de ventajas generadas por ese juego interior que planteó Ramis en los primeros 45 minutos, el Tenerife comenzó a hacer grande el campo, con los interiores (Vada y Valera) pegados a la línea de cal para poder así atraer a los carrileros y que se pudiera atacar ese espacio entre centrales-carrileros. Pero ni aun así el Tenerife consiguió inquietar en posicional al Girona, tan solo mediante una conducción de fuera a dentro de Sam, pero nada más; las mayores ocasiones vinieron desde el balón parado, algo que ya viene siendo habitual.
Los cambios tampoco funcionaron, Ramis dio entrada a Apeh y Nono, pero ni con dos delanteros puros como son Fran Sol y Apeh, el Tenerife pudo inquietar al rival. Ya en los últimos minutos entró Jorge Padilla por Sergio González, y fue el principal encargado de enlazar la línea de medio centros con la delantera, retrasando mucho su posición para poder estar en contacto con el balón.
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