Análisis del SD Huesca 1-2 CD Tenerife

4 de octubre de 2021

CD Tenerife, Portada

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Nacho Lázaro

Los onces

El Club Deportivo Tenerife salió con un once muy reconocible en donde la principal novedad fue el debut como titular de José León acompañando en el eje de la zaga a Carlos Ruíz, sustituyendo a Nikola Sipcic. Por otro lado Sam Shashoua volvió a aparecer en el once inicial pese haber salido suplente en el último partido frente al Almería, y Enric Gallego también fue titular pero apenas duró 5 minutos sobre el terreno de juego. La principal idea de Ramis fue acumular jugadores por dentro (interiores a pierna cambiada) con el objetivo de contrarrestar esas largas elaboraciones del conjunto oscense.

Por parte de la SD Huesca, Nacho Ambriz repitió el mismo plan que la jornada pasada frente al Sanse, en donde usó un 4-3-3 con Nwakali como pivote mientras que Seoane y Juan Carlos Real eran los interiores. Pero frente al Tenerife fue en muchos momentos un 4-2-3-1 en donde tanto Seoane y Nwakali estaban en paralelo para dar así una mayor libertad a Juan Carlos Real. Los extremos fueron ocupados por Escriche y Joaquín Muñoz, este último con mucha movilidad y atacando constantemente los espacios.

La entrada de Rubén Díez

Igual que la semana pasada, el plan inicial de Ramis tampoco se pudo llevar a cabo debido a la lesión de Enric Gallego en los primeros minutos de encuentro. Pero dio la sensación de que esto entraba en los planes del técnico blanquiazul y también preparó a la perfección el otro tipo de partido posible, el que comenzó tras la entrada de Rubén Díez. Esto hizo que Elady Zorrilla pasara a ocupar nuevamente la posición más adelantada, mandando así a Rubén Díez a banda izquierda manteniendo el 4-2-3-1 inicial.

Con este cambio más la posición de Alexandre Corredera, quien ocupaba el interior derecho, el principal objetivo de Ramis era el de controlar la posesión con jugadores de muy bien pie y con mucha movilidad por los pasillos interiores, además ambos interiores estaban a pierna cambiada con el objetivo de sumar por dentro y que fueran los laterales quienes sumaran por fuera, aunque apenas encontraron el momento para hacerlo.

A diferencia del otro día, Rubén Díez tuvo un mayor protagonismo en el juego de ataque blanquiazul en donde intervino prácticamente el doble que frente a la UD Almería, además de pisar mucho más esas zonas de ataque y aprovechando esa gran capacidad para crearse él solo el hueco.

Del 4-2-3-1 al 4-3-3

El Club Deportivo Tenerife comenzó a dominar el juego una vez Alexandre Corredera abandonó la banda derecha y comenzó a moverse con total libertad por toda la zona de elaboración con el objetivo de girar al rival con una mayor rapidez para poder encontrar huecos con mayor facilidad. Es por ello que esto propició un cambio de esquema en el equipo blanquiazul, el cual pasó de un 4-2-3-1 al 4-3-3 en donde mayoritariamente era Michel el encargado de ocupar el pivote y tanto Aitor Sanz como Alexandre eran los interiores; esto provocó que Sam Shashoua abandonara la media punta y se encargara de atacar constantemente el espacio entre Marc Mateu e Ignasi Miquel con constantes desmarques de dentro hacia fuera con la idea de sacar de posición al central oscense.

Este nuevo esquema explotó las virtudes de Corredera, quien encontró en todo momento huecos a los laterales de Nwakali, en donde podía girarse y decidir en los últimos metros del campo. Además esto también potenció a Sam Shashoua, que a diferencia de otros partidos en donde tendía a bajar mucho su posición para entrar en contacto con el balón, en este decidió vivir en la última línea y atacar ese espacio comentado anteriormente en donde tanto sufrió el conjunto oscense.

Esta variación tan solo se produjo en fase ofensiva, mientras que en la fase defensiva mantuvieron su 4-4-2 habitual en donde los dos más adelantados fueron Elady y Shashoua, mandando así a Alexandre a banda derecha para que este cubriera las internadas de Marc Mateu desde el lateral izquierdo.

Defender hacia adelante y no hacia atrás

El Tenerife en el día de ayer volvió a demostrar que a pesar de tener dos grandes centrales que se desenvuelven mucho mejor en la defensa del área, defienden mucho mejor en campo contrario, yendo hacia los rivales y no al revés. Esto se demostró en la acción del segundo gol blanquiazul en donde había hasta 4 jugadores en la zona del balón, con el objetivo de robar cuanto antes y lo más arriba posible. Además el Tenerife supo alternar perfectamente las presiones y desactivó por completo la salida de balón del conjunto oscense, en donde Michel tuvo un papel fundamental anulando al pivote que venía a ayudar a los centrales, obligándoles así a enviar balones directos. Es cierto que nuevamente el conjunto blanquiazul mostró cierta debilidad en los minutos finales en ese espacio entre centrales y medio centros que cada vez están atacando más y mejor los rivales. Esto fue debido a que tanto Michel como Aitor querían tapar hacia adelante, pero ya en el último tramo del encuentro siempre llegaban tarde, lo que provocaba que la SD Huesca pudiera filtrar con cierta facilidad a sus espaldas hacia sus delanteros, que en muchos momentos se encontraban en un 2 vs 2 frente a los centrales blanquiazules a campo abierto, en donde tienden a sufrir en exceso.