Análisis del SD Ponferradina 1-2 CD Tenerife

31 de enero de 2022

CD Tenerife, Portada

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Nacho Lázaro

Los onces

El Club Deportivo Tenerife salió al Toralín con el mismo once con el que consiguió la victoria la pasada semana contra el Real Oviedo, manteniendo así el 4-4-2 y volviendo a eliminar la posición de media punta. La doble punta del conjunto blanquiazul volvió a estar formada por Enric Gallego y Elady, siendo el primero el principal encargado de ir a los duelos aéreos y siendo el otro el que caía a su espalda para poder ganar esas segundas jugadas. Las bandas volvieron a estar ocupadas por Bermejo y Mollejo, aunque ambos tuvieron roles diferentes, siendo el interior diestro el que ocupara una altura superior, prácticamente a la altura de la doble punta, mientras que Bermejo tendió a retrasar su posición para darle más opciones en salida al conjunto blanquiazul.

Por parte del conjunto local, Jon Pérez Bolo salió con su habitual 4-4-2 que en muchas ocasiones es un 4-2-3-1 dependiendo de la altura que tome Yuri, ya que tiende a participar algunas veces como mediapunta y no como delantero. El acompañante de Agus Medina en el doble pivote fue Paul Antón, quien fue el encargado de incrustarse entre centrales para dar salida desde atrás. Y por último las bandas fueron ocupadas por Dani Ojeda (más juego exterior) y por Miguel Baeza (más juego interior). También destacar la titularidad de Lucho en portería ante la ausencia de Amir.

El nuevo rol de Álex Bermejo

En el día de ayer la SD Ponferradina saltó al terreno de juego con la intención de incomodar al máximo al Club Deportivo Tenerife en salida de balón, fijando mucho la marca sobre Corredera, quien era el mediocentro que se incrustaba entre centrales para dar salida de balón. La presión sobre este y la altura del bloque rival, la cual era alta, obligándole así al conjunto blanquiazul a estar muy precisos. Esto provocó que el Tenerife abusara del juego directo, del cual apenas pudo sacar provecho y por otro lado, esto hizo que el equipo berciano recuperara mucho más cerca de la portería de Juan Soriano.

Uno de los principales problemas de este 4-4-2 que plantea Luis Miguel Ramis es la falta de un enlace entre la línea de mediocentros y la delantera, dado que en salida cuando Alexandre se incrusta entre centrales, es Aitor Sanz el único jugador que ocupa la medular. Es por ello que el técnico blanquiazul optó por darle un rol diferente a Álex Bermejo, con el fin de que aportara un mayor equilibrio al conjunto blanquiazul y que pudiera servir de ayuda ante posibles atascos en salida. Por lo que el interior zurdo abandonaba su posición cuando Corredera se retrasaba para formar la línea de tres para formar un doble pivote junto a Aitor Sanz, algo similar a lo que vimos la semana pasada frente al Real Oviedo, pero más acentuado.

Con esta nueva posición de Bermejo en salida de balón también se generaba un espacio en banda izquierda en donde Pomares lo intentó aprovechar a la perfección, pero no fue posible. La mayoría de ataques del conjunto blanquiazul fueron por el sector izquierdo (50%), intentando sacar el máximo provecho a las apariciones de Pomares desde segunda línea mediante cambios de orientación. A pesar de estas variaciones el Club Deportivo Tenerife no fue capaz de darle fluidez a la circulación del balón y apenas generó peligro a la defensa berciana.

La posición de Corredera como principal cambio

Tras el paso por los vestuarios, Luis Miguel Ramis no introdujo ningún jugador desde el banquillo sino que priorizó el modificar aspectos del juego con los mismos jugadores que habían sobre el terreno de juego. La principal novedad fue la modificación de la altura de Alexandre Corredera, quien en los segundos cuarenta y cinco minutos ya no retrasaba tanto su posición para formar la línea de tres salvo cuando era estrictamente necesario, es por ello que el medio centro blanquiazul tomó una altura superior y se colocó al mismo nivel que Aitor Sanz, mandando así a Bermejo más para arriba, ocupando su posición natural aunque en algunas ocasiones actuaba de ese enganche entre la línea de medios y la delantera blanquiazul.

Esto le proporcionó una mayor libertad a Alexandre, a quien se le pudo ver con mucha más frecuencia en área rival llegando desde segunda línea, una de sus principales virtudes. Con esto el Tenerife no soló encontró un atajo para atacar más rápido sino que también encontró en Corredera ese jugador capaz de conectar con la siguiente línea que tanto había echado en falta el conjunto blanquiazul en la primera parte.

Ramis y su plan B

Esa variación táctica de Alex Corredera la dio un mayor vuelo al Tenerife en fase ofensiva, pero aun así no terminaban de finalizar con peligro en la portería defendida por Lucho. Con el paso de los minutos ambos técnicos dieron entrada a jugadores de refresco, en el caso de Jon Pérez Bolo, modificó su esquema a un marcado 4-2-3-1 en donde adelantó la posición de Agus Medina a la media punta y dejó a Yuri como único delantero, además mandó a Dani Ojeda a la banda derecha. Por su parte Ramis dio entrada a Álex Muñoz y a Andrés Martín, pero a su vez el técnico blanquiazul agitó el árbol en busca de nuevas soluciones, es por ello que optó por colocar en punta a Mollejo junto a Enric y mandó a Elady a la banda, mientras Andrés ocupo la posición de interior diestro. Con esto Ramis lo que buscaba era sacar el máximo provecho a Álex Muñoz por ese perfil zurdo, quien en muchas ocasiones tenía grandes espacios a los que atacar gracias a los arrastres de Elady Zorrilla. Además con Mollejo el Tenerife ganó velocidad en esas segundas jugadas y con un interior más fresco como Andrés Martín, el conjunto blanquiazul ganó mucho en la toma de decisiones en metros finales. Más adelante Ramis optó por dar entrada a Michel en la media punta, quien le aportó ese acierto y tranqulidad a la hora de recuperar el balón en los minutos finales.