Carlos Elorrieta. “¡Gracias Canarias!”
Punto y final a la temporada del Lenovo Tenerife que cedía en el tercer encuentro de su serie de semifinales ante el FC Barcelona este pasado viernes en el Palau Blaugrana. Una campaña sobresaliente la de los jugadores aurinegros, que han tenido más problemas de los que se puedan recordar, todo gracias al sobresaliente resultado conseguido por el primer equipo aurinegro. Y es que cuando hablamos de que hay cosas que se terminan olvidando, es el momento de recordarlas como puede ser el caso de Dejan Todorovic, quien se lesionaba gravemente en un encuentro de pretemporada y no ha podido aportar absolutamente nada. Un varapalo que desde la dirección deportiva se pudo solventar para iniciar una campaña en la que los nombres de Cavanaugh, Fitipaldo o Sulemanovic eran nuevos para el aficionado tinerfeño, ese gran ausente a lo largo del presente curso en las gradas del Santiago Martín y que solo tuvo una presencia física en contadas ocasiones en el recinto deportivo de Los Majuelos.
Pero ha sido gracias a las adversidades que se ha terminado conociendo la capacidad de reacción que desde el club se ha ejecutado una vez más. A través de la dirección deportiva que de nuevo ha sabido gestionar Aniano Cabrera con nota alta se ha podido reforzar a un equipo que veía como el grupo de Vidorreta se encontraba con contratiempos en forma de lesiones y que los Butterfield o Jenkins fueron capaces de cubrir con el curso ya arrancado. Y es que para eso también hay que saber moverse en el mercado y el gestor deportivo del club tinerfeño ha vuelto a demostrar una habilidad notable a la hora de ejecutar movimientos, siempre con la discreción que le caracteriza.
Mira el aficionado hacia el curso 21-22 con el deseo de que todo pueda volver a la normalidad una vez pasado lo más duro en lo que a la situación epidemiológica se refiere y confía en poder vivir una campaña que pueda dejar en el olvido la que recientemente ha finalizado, pero será complicado que esto pueda ocurrir porque el Lenovo Tenerife ha firmado la mejor temporada de toda su historia en el campeonato regular, alcanzando con mérito y solvencia la tercera plaza, sin olvidar su participación en las fases finales de la Copa del Rey y de la Basketball Champions League. Atrás quedó aquella campaña en la que el club canaria lograba la sexta plaza en la década de los ochenta con Philips y Harper como principales estiletes de aquel equipo que dirigió desde el banquillo el zorro plateado José Carlos Hernández Rizo. Han tenido que pasar más de treinta años para que esa campaña sea superada por este grupo de profesionales que como bien decían en su slogan de estos playoffs “han dejado huella”. ¡¡¡Gracias Canarias!!!