Análisis del CD Tenerife 2-1 SD Amorebieta
Los onces
Luis Miguel Ramis sacó un once titular en el que se podía apreciar perfectamente que también estaba pensando en el partido de la semana que viene en el Estadio de Gran Canaria, es por ello que dio descanso a Michel con el principal objetivo de que no viera la quinta amarilla, también sentó tanto a Carlos Ruíz como a Álex Muñoz. El esquema inicial fue el habitual, mantuvo a Elady Zorrilla en punta y como interiores colocó a Rubén Díez y a Bermejo, a quien se le notó la falta de ritmo al venir de una lesión.
Por parte del conjunto visitante, Iñigo Vélez mantuvo su 5-3-2 aunque introdujo una variación respecto al último partido frente al Sporting de Gijón, dando entrada a Olaetxea por Iker Bilbao en esa línea de tres centrocampistas. Por lo demás no hubo más sorpresas, se mantuvo Larrazabal como carrilero diestro y la dupla atacante estuvo formada por Obieta y Guruzeta.
Inferioridad en la medular
El choque de esquemas del Tenerife y de la SD Amorebieta provocaba que el centro del campo visitante tuviera superioridad frente al del conjunto blanquiazul, también debido a que Sam últimamente está más cerca del delantero que del doble pivote. Es por ello que el equipo de Ramis tuvo demasiados problemas para conectar tanto con Aitor Sanz como con Corredera en la salida de balón, y en muchos momentos la única vía de avanzar era mediante el juego directo, donde pocas veces se pudo se sacar provecho dado que Elady estaba frente a tres centrales. Además se podía apreciar la gran distancia que existía entre líneas, lo que provocaba que en muchos momentos Aitor Sanz estuviera rodeado de jugadores rivales, imposibilitándole su labor de conectar con la siguiente línea.
Con el paso de los minutos y ante la falta de ideas en este inicio de las jugadas, el Tenerife optó por basar su ataque en las transiciones una vez recuperara el balón, y fue a partir de ahí donde comenzó a generar algo de peligro a pesar de no tener en Bermejo y Rubén Díez los mejores lanzadores de transiciones ofensivas. Desde ese momento el equipo de Ramis comenzó a inquietar a la SD Amorebieta, que es un equipo que sufre mucho para recuperar su posición, como se pudo apreciar en algunos momentos.
El planteamiento con 10
Tras la expulsión de Jérémy Mellot el técnico blanquiazul optó por dar entrada a David Rodríguez, que a pesar de ser su primer partido en el fútbol profesional demostró un gran nivel en el apartado defensivo, una muestra de ello es que en poco más de una hora de encuentro fue uno de los jugadores blanquiazules que más duelos disputó (13), lo que demuestra su alta intensidad y concentración en momentos en donde el Tenerife pasó apuros defensivamente.
Esta inferioridad numérica hizo que Luis Miguel Ramis modificara ciertos aspectos en su planteamiento, el principal y el más claro fue el de replegarse en un bloque más bajo dándole toda la iniciativa a una SD Amorebieta que no tuvo las ideas (y herramientas) para hacer daño al Tenerife desde un ataque más organizado y posicional. Es por ello que el equipo local en su 4-4-1, en donde Elady fue el que se desplazó a banda izquierda y Sam se quedó como el jugador más adelantado, apenas sufrió y solo debían bascular a la zona del balón en todo momento. Pero ante la falta de peligro desde el juego combinativo, el conjunto visitante comenzó a cargar el área de bastantes jugadores y a basar principalmente su juego en centros laterales, en donde todos ellos iban con sentido; durante el encuentro la SD Amorebieta centró hasta en 35 ocasiones y obtuvo un 46% de éxito en estos envíos. Fue a partir de ese momento en donde el Tenerife comenzó a sufrir más dado que la altura del bloque bajó y siempre se llegaba tarde a evitar esos centros laterales, aunque hay que destacar la labor de Juan Soriano en el juego aéreo, dando seguridad en todo momento al equipo blanquiazul.
Sam Shashoua, una bombona de oxígeno para el ataque blanquiazul
A pesar de haber disputado muchos minutos con un jugador el menos, Sam Shashoua no se desconectó en ningún momento y cumplió tanto defensiva como ofensivamente. Es cierto que en el apartado defensivo al ser el jugador más adelantado sus tareas eran menores que las de otros, pero sus esfuerzos para recuperar la posición o impedir que los centrales circularan con facilidad fueron muy importantes. Ya con balón el británico volvió a dar muestra de lo que es capaz, aportándole al equipo de lo necesario en cada momento, dando pausa cuando había que darla y dándole dinamismo cuando había que darlo. Sam tan solo erró un pase de los 18 que intentó, también tuvo un 100% de éxito en balones en largo y participó en 9 duelos.
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