Ale Arbelo. “Distintas caras, mismo objetivo”
Oxígeno. Necesitado aire que necesitaba introducir en el vestuario del CD Tenerife tras el varapalo que supuso no poder conseguir el ascenso a Primera División y quedarse en el último paso ante el Girona. El equipo blanquiazul realizó una temporada sobresaliente que no tuvo el premio deseado y merecido. Tanto desgaste físico y mental estalló en el último momento. Lo tardío de la disputa de los playoff llevó al equipo dirigido por Luis Miguel Ramis a exprimir al máximo las fuerzas de un grupo de jugadores que quizás rindió por encima de sus posibilidades y que le llevó a nivel grupal a conseguir un rendimiento altísimo.
Faltaba conocer la reacción a esta decepción. Poco tiempo para desconectar, descansar y volver al trabajo. Apenas unos días para analizar lo realizado y volver a enchufarse a una nueva temporada y repetir objetivo. La plantilla necesitaba cuanto antes cambiar el chip. El director deportivo tenía que dotar nuevamente de armas al cuerpo técnico para repetir una campaña que será histórica en el seno del conjunto blanquiazul al celebrar su centenario. Se quiere y desea repetir lo realizado. No solo en la cancha, también en la grada. Y decimos en la grada porque la parte final de la competición permitió comprobar la unión que hubo entre plantilla, cuerpo técnico y afición. No se podía perder esa buena vibra creada.
Muchos han sido los cambios. Oxígeno ha entrado en la caseta. Consciente de la dificultad que entrañaba tal mercado, Cordero lo ha vuelto a lograr. Cesiones que terminaban y que probablemente en otras situaciones hubiera permitido continuar, jugadores que se revalorizaron y se aprovechó la situación para sacar partida económica o simplemente deseo de formar parte nuevamente de una plantilla que se plantea como objetivo el repetir. El reto no era sencillo, pero este Tenerife 22-23 será distinto en jugadores pero no en sello de identidad.
La llegada de jugadores como Mo Dauda, Waldo Rubio o Arvin Appiah el último día de mercado le seguirán dando velocidad y revolución a los costados. Son tres nombres que seguramente y según el rendimiento que se espera de ellos, darán mucho al equipo. Esa es la intención que tiene el cuerpo técnico. Para la línea defensiva se ha optado por experiencia en la categoría. Nacho Martínez, Aitor Buñuel o Andoni López acumulan muchos minutos en la liga. Pese a la pérdida con la venta de Shaq Moore que supuso una importante cantidad económica, los laterales volverán a asegurar el rendimiento inmediato. Para el gol y complemento a Enric Gallego, se ha firmado a una joven promesa del fútbol nacional. Prueba de ello es que su club de origen, el Sevilla, no ha querido desprenderse de un jugador que llegó a debutar en la élite del fútbol nacional. Iván Romero tendrá competencia, pero ilusión por ser la temporada de su aparición no se la quita nadie. Así hasta diez. Éste ha sido el número de nuevos integrantes en sumarse a este barco.
Se esperó hasta los últimos días de mercado, pero el objetivo se ha conseguido. Mantener la columna vertebral y dotar a la plantilla de mimbres para repetir el resultado. El campeonato dictará sentencia, pero a priori y sobre el papel firmado, plantilla compensada y equilibrada. La competencia será dura. Cada temporada el nivel competitivo de la categoría aumenta. Pero el reto que se le presenta es igual de ilusionante que el final de la temporada recién finalizada.
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