Carácter competitivo, ADN Canarias
Siete finales en seis años y cinco títulos. Siete comparecencias consecutivas en la Copa del Rey, cinco semifinales y una final. Cinco participaciones en los play off por el título ACB desde el curso 2016-17, unas semifinales y un tercer puesto. Ese es, a grosso modo, el meritorio camino que el Lenovo Tenerife ha recorrido en la última media docena de años para inmiscuirse en la planta noble del baloncesto español y continental.
El proyecto canarista se ha convertido en un club sólido en la élite, con sus propias señas de identidad. La irreverencia del equipo aurinegro le ha permitido toserle a los trasatlánticos del basket europeo. Con Txus Vidorreta al frente del banquillo aurinegro y bajo la presidencia de Félix Hernández, el conjunto insular ha explotado su gen competitivo para erigirse en un caso único en el panorama nacional e internacional.
Una barrera más superada.- El reciente subcampeonato de la Copa del Rey supone un nuevo tope histórico para la franquicia tinerfeña, que ha hilvanado siete comparecencias consecutivas en el torneo copero, cinco de ellas en calidad de cabeza de serie. La escuadra lagunera logró por fin, en Badalona, alcanzar una final, después de superar con éxito su quinta semifinal desde 2018.
La de este año ha sido la cuarta clasificación de un club canario para una final del torneo del k.o., desde su primera edición… ¡en 1933! Con anterioridad, en el 47, alcanzó el último partido de la entonces denominada Copa del Generalísimo el Canarias de Madrid, un equipo formado por estudiantes isleños en la capital, para caer ante el Barça; y luego lo hicieron el RC Náutico, en 1965; y el Gran Canaria, en 2016, para perder sendas finales ante el Real Madrid.
El rey de la #BasketballCL.- El título de la Basketball Champions League festejado por los tinerfeños en la temporada 2016-17 supuso el punto de partido de su reciente idilio con los trofeos. El punto de inflexión para dar un paso al frente y erigirse en un equipo tremendamente competitivo.
En los últimos seis años, la escuadra insular ganó la máxima competición de clubes de FIBA Europa en dos ocasiones: la mencionada de 2017, cuya Final Four se celebró en la Isla; y la última edición, resuelta en Bilbao. Además, los aurinegros fueron subcampeones en la campaña 2018-19, tras caer en la final de Amberes, ante la Virtus de Bolonia; y se clasificaron para dos Final Eight: la de Atenas 2020 y la de Nizhny Novgorod 2021.
Tricampeón de la Intercontinental.- Los méritos contraídos en la #BasketballCL permitieron luego a los laguneros pujar por la corona mundial de clubes de FIBA. El primer título llegó en 2017, con Nenad Markovic en el banquillo; y luego, ya en la segunda etapa de Txus en el club, los aurinegros se hicieron con la Copa Intercontinental de 2020 y 2023, tras derrotar en la final a la Virtus de Bolonia y al Sao Paulo brasileño, respectivamente.
El tercer entorchado planetario, conseguido este mes de febrero, iguala a los canaristas en el segundo escalón del palmarés intercontinental con el Varese italiano y al Akron Wingfoots estadounidense. El Real Madrid, con cinco títulos; y el Barça y el San Pablo Burgos, con uno cada uno, son los otros clubes españoles que figuran en ese selecto club.
Animadores de la ACB.- El reciente camino recorrido por el Lenovo Tenerife le ha permitido también ganarse a pulso un sitio en la planta noble de la ACB. El conjunto aurinegro disputó las series por el título de la Liga Endesa en cinco de las seis últimas temporadas, llegando incluso a ser tercero en el curso 20-21. Por el camino, la escuadra insular disputó también dos Supercopas Endesa, las de 2020 y 2021.
El grupo de Txus Vidorreta se ha convertido en un fijo en la zona media alta de la tabla, discutiendo la hegemonía de los equipos de Euroliga. El carácter competitivo de los tinerfeños ha venido acompañado además de un sello propio, forjado a consciencia por su staff técnico, el de un baloncesto solidario y vistoso, asociado a las virtudes de un grupo de jugadores plenamente implicados con la causa.
Las virtudes de los Marcelinho Huertas, Gio Shermadini, Sasu Salin, Aaron Doornekamp, Tim Abromiatis y compañía, jugadores todos ellos vinculados hace tiempo al proyecto insular, junto a las nuevas incorporaciones, han forjado unas señas de identidad reconocidas por el basket europeo. Un carácter competitivo al alcance de muy pocos que permiten darle continuidad a un camino exitoso y realmente meritorio.