César Gómez. “Que no cunda el pánico”

11 de mayo de 2021

Opinión

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Cuando faltan cuatro partidos para acabar la Liga y después de una racha de tres empates y dos derrotas, con 47 puntos en nuestro haber y en el puesto numero 14, es decir, con cinco equipos por detrás de nosotros en la clasificación, como distancia del primero que marca el desastre, se ha instalado en un sector de la afición, llamémosle un estado de alerta y cierto nerviosismo ante la posibilidad de que una debacle nos llevase al descenso de categoría.

Ante esta situación me gustaría mandar un mensaje de tranquilidad y optimismo, ya que en la proporción en la que los equipos de abajo han puntuado en estas jornadas finales en años anteriores, estaríamos a un punto de salvarnos con doce por disputar. Muy mal lo tendríamos que hacer para que se diera tal circunstancia y no lograr ni siquiera un empate. Los equipos que están por detrás en la clasificación deberían hacer un número de victorias que no han hecho en todo el año, a excepción del Logroñes a principio de temporada, lo que queda ya demasiado lejos como para servir de medida de su potencial en estos momentos.

También debemos tener en cuenta que somos un equipo que no es fácil de derrotar, con lo que nos debería dar para yendo todo muy mal conseguir el puntito que de la tranquilidad absoluta.

Una única preocupación sí tengo, y es la posibilidad de que empecemos a cargarnos la temporada próxima, comenzando a dudar de todo: de jugadores, del técnico, del director deportivo y todas esas cosas que ya nos han sucedido en el pasado mas reciente. Sin estar contentos por como ha ido la temporada, deberíamos ser críticos, como es lógico, pero no autodestructivos, porque todo lo que suceda la próxima temporada empieza a labrarse desde ya.

Sin menospreciar la posibilidad de una debacle y de un milagro de todos los equipos que nos persiguen, a día de hoy no tengo ninguna duda de que el Tenerife estará el próximo año en Segunda división de nuevo. Y esperando que se pueda hacer un proyecto para intentar de verdad llevar al equipo a donde todos queremos y volver a disputar la Primera división, a enfrentarnos a grandes equipos y a soñar en grande. Y eso si que no nos lo puede quitar nadie.