Para conseguirlo ha tenido que superar muchos obstáculos. La crisis mundial causada por el coronavirus provocó que la temporada regular quedara cancelada. En consecuencia, la RFEF otorgó el título de campeón por coeficiente al equipo entrenado por Quico De Diego, aunque en el camino, se encontraría con la oposición de la SD Tenisca que reclamaba su condición de campeón (lideraba hasta que se paró la competición, pero con un partido más).
La aventura continuaba en el municipio herreño de La Frontera que acogería la primera oportunidad de ascenso para el Marino ante uno de los favoritos, y que más tarde conseguiría el ascenso, la UD Tamaraceite (0-1), al que no pudo batir y quedaría apartado de la gran final. Gracias a su condición de campeón de grupo, se le presentó una ultima oportunidad. La Ciudad del Fútbol de Las Rozas acogería las eliminatorias de campeones y el Linares sería su rival para conseguir el gran sueño. Lo que no esperaría la disciplina del sur de Tenerife que a su llegada a Madrid y tras pasar las respectivas pruebas de detección del COVID-19, se detectarían hasta tres positivos, que se confirmaron posteriormente como falsos positivos. Aun así, la RFEF decidió suspender la totalidad de la fase final de ascenso y nueve días después dar oficialidad al ascenso del CD Marino ante la imposibilidad de encontrar fechas para la disputa de esas eliminatorias.